Las exmonjas de Belorado preparan su verano con novedades judiciales

Con la llegada del verano, el monasterio de Belorado se llena de luz, actividad y gratitud. Las hermanas clarisas viven esta estación con entusiasmo, volcadas en las labores de la huerta y la vida comunitaria, en un entorno marcado por el canto de los pájaros y el aroma de la tierra. La cosecha ya ha comenzado, y los frutos del esfuerzo son abundantes: calabacines, acelgas, lechugas, guisantes, habas, cebolletas y ajos. “El Señor ha sido generoso con nosotras”, afirma una de las monjas, quien describe este verano como un tiempo de esplendor y bendición.

La vida en el convento mantiene su ritmo contemplativo, combinando oración, trabajo, cuidado de las mayores y una profunda convicción espiritual. A pesar de atravesar siete procesos judiciales, incluidas demandas de desahucio, un juicio contra el obispo Mario Iceta, litigios por propiedades monásticas y vistas vinculadas al caso del oro, las monjas excomulgadas se mantienen firmes en la fe y serenas ante la espera. Se sienten protegidas "por Dios y confían en la Justicia Divina".

El Restaurante de Clausura, en Arriondas (Asturias), sigue cosechando un éxito notable. Su intensa actividad atrae a comensales de toda España y representa un apoyo económico clave para la comunidad.

Los abogados de la comunidad han solicitado la recusación de la jueza que instruye dos de los casos en curso. La vista oral sobre esta recusación está prevista para el 4 de julio de 2025, a las 10:30h, en Burgos.

"Las monjas de Belorado son un ejemplo de resiliencia. Se mantienen firmes en su vocación y han demostrado un espíritu emprendedor”, afirma Francisco Canals. No han perdido el rumbo ni el compromiso, incluso en un entorno adverso, mostrando una gran capacidad de adaptación y superación. Son un vivo ejemplo de perseverancia y dignidad en tiempos de incertidumbre.