El calor extremo y el viento complican la lucha contra el gran incendio de Zamora

El incendio forestal que comenzó hace ya doce días en el municipio de Porto (Zamora) sigue fuera de control y mantiene un frente especialmente agresivo en la zona de La Baña, en la provincia de León. Las rachas de viento de la tarde del martes han alimentado el avance de las llamas, que según los equipos de extinción "corren a gran velocidad".

El director técnico de las labores de extinción, Antonio Rodríguez, señaló que el intervalo más crítico se produce entre las tres y las ocho de la tarde, momento en el que el viento impulsa el fuego con mayor intensidad en el entorno de la Sierra de la Cabrera.

Respecto a los otros dos frentes activos, el más cercano al núcleo urbano de San Ciprián de Sanabria no ha progresado hacia el pueblo. Según Rodríguez, la presencia de una vaguada más húmeda y una pista forestal funcionan como barreras naturales, lo que reduce el riesgo de que el fuego llegue al casco urbano, donde además trabajan bomberos del Consorcio Provincial de Zamora como medida de refuerzo.

Un tercer foco continúa activo en el cañón del Tera, aunque su propagación hacia el lago de Sanabria es más lenta.

Para frenar el avance en La Baña se han desplegado brigadas terrestres, maquinaria pesada y medios aéreos, lo que ha permitido estabilizar parcialmente el frente más peligroso. Aun así, el incendio sigue muy activo en esa zona.

Rodríguez atribuyó la dificultad para controlar las llamas a unas condiciones meteorológicas extremas: temperaturas inusualmente altas para finales de agosto en Sanabria, noches cálidas, baja humedad y fuertes vientos, cuando lo habitual en estas fechas sería incluso necesitar una chaqueta.

Durante las labores de extinción de uno de los múltiples incendios que azotan la provincia de Ourense, los equipos de emergencia han encontrado un macabro hallazgo: el cadáver de un hombre que llevaba desaparecido desde el pasado mes de mayo.

El cuerpo fue localizado en una zona de monte recientemente alcanzada por las llamas. La intervención de las brigadas de tierra y medios aéreos permitió acceder a este área remota, hasta ahora inaccesible por la densa vegetación y las condiciones del terreno. Fue entonces cuando los efectivos encontraron restos humanos entre los restos calcinados.

Según informan medios locales, las primeras investigaciones apuntan a que los restos podrían pertenecer a un vecino cuya desaparición fue denunciada en primavera. No obstante, será la autopsia la que confirme su identidad y determine las causas exactas del fallecimiento.

La Guardia Civil y la Policía Judicial ya han asumido la investigación, mientras el cuerpo ha sido trasladado para su análisis forense.

Este descubrimiento se produce en un contexto dramático: Galicia y Castilla y León luchan contra decenas de incendios forestales activos, varios de ellos en nivel 2 de peligrosidad. Las altas temperaturas y el fuerte viento han complicado el trabajo de los equipos, que redoblan esfuerzos ante una ola de fuego que no da tregua.

La situación de los incendios en Galicia presenta una evolución desigual. En Ourense se ha desactivado la situación 2 —nivel de riesgo para núcleos habitados— gracias a la mejoría general, aunque aún permanecen activos dos fuegos. En cambio, en Lugo el panorama se complica con la aparición de un nuevo incendio en A Fonsagrada, que se suma al de A Pobra do Brollón y eleva a cuatro el total de focos activos en la comunidad.

Según el último balance de la Consellería de Medio Rural, que incluye únicamente los fuegos con más de 20 hectáreas afectadas, el nuevo incendio de A Fonsagrada comenzó durante la madrugada en la parroquia de San Pedro de Río y ha quemado ya unas 20 hectáreas, de acuerdo con las estimaciones provisionales.

En paralelo, el gran incendio declarado el lunes en A Pobra do Brollón, parroquia de Abrence, continúa avanzando y alcanza las 800 hectáreas calcinadas, 200 más que la cifra comunicada en la mañana del martes. Ante el riesgo para los núcleos de Golmar (A Pobra) y de Conceado y San Pedro (Quiroga), se mantiene la situación 2 como medida preventiva, aunque no se han producido evacuaciones ni confinamientos.

El tráfico en la carretera LU-933 ha sido restablecido, pero sigue cortada la circulación ferroviaria entre San Clodio-Quiroga y A Pobra do Brollón, en la línea Monforte de Lemos–Ponferrada. Para los viajeros, incluidos los de la ruta A Coruña–Barcelona, se ha habilitado un plan alternativo de transporte por carretera. Además, se han suspendido temporalmente las rutas en catamarán por el río Sil para facilitar la carga de agua de los hidroaviones.

En Ourense, la mejoría ha permitido levantar la situación 2 en toda la provincia, activa desde el pasado 12 de agosto. Sin embargo, siguen activos los incendios de Avión —que ya afecta a 250 hectáreas— y el de Carballeda de Valdeorras-Casaio, que ha arrasado 4.700 hectáreas en la zona de Pena Trevinca, el pico más alto de Galicia.

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León ha declarado la situación de “Alerta” en toda la comunidad y de “Alarma extrema” en dieciocho municipios de León y Zamora entre el 27 y el 29 de agosto, debido al elevado riesgo meteorológico de incendios forestales. La decisión llega tras casi tres semanas de condiciones climáticas que han dejado la vegetación en un estado muy propicio para arder.

Las autoridades explican que la persistencia de temperaturas altas, el estrés hídrico de la vegetación y los incendios de gran virulencia registrados en los últimos días han creado un escenario especialmente adverso. El peligro se incrementa por la posibilidad de reproducciones o reactivaciones en perímetros de más de 100 kilómetros, lo que supone una amenaza para personas, bienes e infraestructuras.

La declaración implica la adopción de medidas excepcionales, como la prohibición de encender fuego en el monte, áreas recreativas y zonas de acampada, incluso en las habilitadas. También se veta el uso de barbacoas, material pirotécnico y el lanzamiento de cohetes o artefactos incendiarios, además de suspenderse todas las autorizaciones previas relacionadas con estas actividades.

Asimismo, queda prohibido el uso de maquinaria en el monte o en una franja de 400 metros alrededor, siempre que pueda generar chispas o fuego, salvo en casos de emergencia e interés general, como reparaciones urgentes de servicios básicos, y siempre bajo comunicación y supervisión de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente.

La evolución “muy desfavorable” de los incendios en Garaño (León) y en Pobra de Brollón (Lugo), junto con la situación “desfavorable” del de Porto (Zamora), los coloca como los focos más alarmantes entre los 15 que permanecen en Situación Operativa 2, el nivel con mayor riesgo potencial. Las previsiones meteorológicas de las próximas horas, lejos de mejorar, complicarán aún más su control.

De acuerdo con el Comité Estatal de Coordinación (Cecod), este martes había diez incendios de nivel 2 en Castilla y León (principalmente en León y Zamora), tres en Asturias y dos en Galicia (Ourense y Lugo).

En Castilla y León se mantienen 18 incendios activos, diez de ellos catalogados como graves. Destacan los de Fasgar, Igüeña, La Baña y Garaño, en León, y el de Porto, en Zamora, todos en nivel 2 de gravedad potencial. También siguen activos otros de menor nivel en Anllares del Sil, Llamas de Cabrera, Barniedo de la Reina y Gestoso (León), y en Cardaño de Arriba (Palencia).

Las reavivaciones del lunes, impulsadas por el viento, complicaron los incendios de Porto, La Baña y Garaño, lo que obligó a nuevas evacuaciones. En total, ya son 18 las localidades desalojadas.

El incendio de Porto, que se extiende entre Zamora y León, presenta tres frentes activos. El más preocupante es el que avanza por la Sierra de la Cabrera, con riesgo de propagarse a la comarca de La Carballeda. Otro frente, en la montaña sobre San Ciprián de Sanabria, llegó muy cerca de las viviendas, aunque los equipos aseguran que está “bajo control”. El tercer foco afecta al cañón del Tera, en pleno Parque Natural del Lago de Sanabria, donde se esperan nuevas reproducciones aunque sin riesgo inmediato.

En el caso de Garaño, el Cecod advierte de una evolución muy adversa, si bien las bajas temperaturas nocturnas y el aumento de la humedad han permitido una leve reducción de su intensidad.

Por su parte, el fuego de Fasgar-Igüeña mantiene llamas intensas y frentes muy activos, con la evolución muy condicionada por el comportamiento del viento y otros factores meteorológicos.