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Marlaska sopla y sorbe con la Vuelta y acaba haciendo el ridículo: “protesta pacífica” y admite 21 policías heridos

El ministro del Interior está más preocupado en justificar el boicot a la carrera ciclista y negar que hubiera violencia y acto seguido reconoce una veintena de agentes heridos ¿Pero no era pacífico?

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, justifica el boicot violento a la Vuelta

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, justifica el boicot violento a la Vuelta

Enrique Martínez Olmos

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Soplar y sorber al mismo tiempo y acabar manchándote con toda la sopa. Es lo que ha hecho el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al defender la consigna sanchista respaldando el boicot a la Vuelta Ciclista a España negando que hubiera violencia para acto seguido pedir una pronta recuperación para los 21 agentes de Policía Nacional heridos ¿Pero no acaba de decir que era pacífica? ¿Entonces como acaban una veintena de agentes con magulladuras? El esperpento no puede ser mayor.

“Lo que vimos ayer fue la imagen de una sociedad comprometida con la paz en el mundo y de unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad absolutamente profesionales”, ha declarado el ministro del Interior, felicitando expresamente a la Policía Nacional por su actuación cuando precisamente los sindicatos policiales como Jupol han pedido la dimisión de Marlaska y la del delegado del Gobierno en Madrid por “poner en grave riesgo” a los agentes y estar más preocupados en su mensaje sanchista de justificar el boicot a la Vuelta que en respaldar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Marlaska ha justificado las protestas que acabaron en violencia en "el genocidio que está cometiendo Israel en Gaza", asegurando que en España existe una "inmensa mayoría pacífica que reclama un alto el fuego" y que el dispositivo policial "logró conjugar y garantizar el derecho a manifestarse de esa inmensa mayoría pacífica y la seguridad de los ciclistas y del resto de la sociedad que acudía también al evento, a la última de las etapas de la Vuelta a España, con el fin de disfrutar y garantizar también su integridad física", algo que desmienten las imágenes con lanzamiento de vallas o cristales y con el propio hecho de que los ciclistas ni llegaron a la meta por estar amenazada su integridad o las familias con niños huían. Debe ser que el ministro del Interior no vio nada. 

Marlaska se ha ufanado de que "el dispositivo fue absolutamente suficiente en la capital de España, en Madrid", comparándolo incluso con el operativo de la cumbre de la OTAN en 2022. Según dijo, se trataba de un dispositivo "sin precedentes" en la capital, pero las imágenes de ciclistas forzados a detenerse, calles plagadas de chinchetas y cargas policiales contrastan con el relato del ministro y la denuncia de que el Gobierno no hizo lo posible por evitar el boicot a la Vuelta de manera deliberada.

"Yo vi ayer una imagen realmente de una sociedad comprometida con la paz en el mundo, yo creo que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son la envidia", ha insistido Marlaska para a continuación pedir "el rápido restablecimiento de los 21-22 agentes de la Policía Nacional que ayer resultaron heridos" ¿Pero no era una imagen de paz y la Policía s la envidia? Debe ser que las imágenes de energúmenos tirando vallas las hemos soñado.

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