Sánchez compara a Hamás con ETA en su deriva de demagogia con Palestina y aconseja a Israel "diplomacia"

Pedro Sánchez se ha puesto el traje de maestro internacional del antiterrorismo en la Universidad de Columbia en Nueva York en una cita antes de su intervención en la ONU. Ante un auditorio global, el presidente del Gobierno ha defendido que la respuesta de Israel a los atentados de Hamás debería inspirarse en la experiencia española frente a ETA y al 11-M, como si la banda etarra fuera comparable a todo un régimen absolutista de control absoluto, con estructura y armas militares, como el que ejerce Hamás sobre Gaza.

“Sabemos lo que es el terrorismo y cómo se acaba”, ha proclamado Pedro Sánchez en Nueva York, sin que le temblara la voz al comparar la estrategia de cuatro décadas contra ETA con el conflicto de Oriente Medio. Según él, la fórmula mágica que debería aplicar Netanyahu se resume en tres ingredientes: “seguridad, Justicia y diplomacia”. Y con eso derrotas a todo un férreo régimen de terror como el de Hamás.

En opinión de Pedro Sánchez, al Gobierno de Israel le faltan dos de esas patas: “No hay Justicia en la respuesta que se está dando, y tampoco hay diplomacia”. Eso sí, seguridad tienen de sobra. El presidente del Gobierno, erigiéndose en juez de la escena internacional, insistió en que la clave no pasa por librar “una guerra”. “Ese es el error. No hablamos de guerra, hablamos de terrorismo”, sentenció, olvidando toda la estructura militar y los misiles de Hamás. Y fue más allá: cuestionó si Israel es hoy “un país más seguro” dos años después de los ataques de Hamás. Su respuesta fue tajante: “No, está más aislado y vive más inseguridad”.

Mientras Reino Unido y Francia se suman a los países que reconocen a Palestina, Sánchez advirtió contra el “doble rasero” internacional y calificó la situación en Gaza como “uno de los eventos más terribles y oscuros del siglo XXI”. En definitiva, Sánchez quiso dar una lección magistral en Nueva York: si Israel quiere resolver su conflicto, debe seguir el “manual español” contra ETA como si ambos casos fueran comparables porque, por suerte, ETA nunca controló como una dictadura el País Vasco con un gobierno y un ejército y toda una gran infraestructura a su servicio. Pero en la demagogia sanchista con Palestina, el clavo al que se agarra al PSOE para que no hablemos de lo demás, todo vale.