La dimisión de Mazón y las elecciones de Guardiola: el PP ante el reto de liderar el relato o perderlo

El relato es más importante que la verdad misma. Eso lo ha entendido muy bien el PSOE sanchista, donde es más importante moldear la verdad a su imagen que la gestión misma. Y quien no lo ha entendido muy bien es el PP, como se has visto en el caso de Carlos Mazón, donde el sanchismo arrolló desde el minuto uno -para prueba el show orquestado en el funeral dela dana-. Pero despejada ya la incógnita de Mazón, el PP tiene ahora una gran oportunidad de recuperar el relato, al que se le une la convocatoria de elecciones Extremadura que ha lanzado María Guardiola, para dejar claro que no son iguales al PSOE sanchista, y volver a situar el foco en la corrupción socialista.

Con la dimisión de Carlos Mazón, el PP logra quitarse de encima uno de los argumentos principales que estaba usando el sanchismo para no hablar de sus casos de corrupción -que se lo digan al fiscal general que le ha tapado ser la noticia principal-, y además logra despejar un balón que acaba situando el foco en el PSOE: Mazón ya ha dimitido mientras en el Gobierno de España absolutamente nadie asume ninguna responsabilidad pese a la total dejación de funciones que se vivió tras la dana de Valencia. Feijóo se ha lanzado al ataque tras anunciarse la marcha del presidente de la Generalitat Valenciana y logra la autoridad moral para decirle a Pedro Sánchez que, ante un error, se dimite, y él debería haberlo hace mucho tiempo.

Otro punto que le sirve el PP para recuperar el relato es el adelanto electoral en Extremadura de María Guardiola, que le permite a Feijóo contraatacar señalando que cuando no se pueden sacar los presupuestos adelante, cuando se pierde la mayoría parlamentaria, se toman decisiones y se devuelve la voz al pueblo, justo todo lo contrario que Pedro Sánchez que, tras tres años sin presupuestos nuevos y sin mayoría parlamentaria tras la retirada de apoyo de Junts, se aferra al poder como sea con miedo a la sentencia de las urnas. Si la jugada le sale bien al PP -los sondeos apuntan que sí-, el 21 de diciembre los populares estrenarían el ciclo electoral de 2026 -con Castilla y León y Andalucía y veremos si alguna más- dejando en evidencia la debilidad electoral de Sánchez. 

Feijóo puede recuperar una autoridad moral de la política frente a la inmoralidad del sanchismo, con dos argumentos potentes: en el PP sí se asumen responsabilidades y se dimite y sí se da voz a los ciudadanos si no se logra aprobar los presupuestos y se pierde la confianza del parlamento. Y girar el foco de la dana, usada como coartada por el PSOE para tapar sus vergüenzas, hacia los casos de corrupción socialista. Pero para ello el PP debe saber elaborar el relato, no volver a perderlo ni dejar que le arrasen como ha pasado con Mazón y la riada, y por supuesto tener en cuenta que la devoradora maquinaria sanchista y su equipo de opinión no se va a dejar ganar tan fácilmente -en breve sacan Franco de nuevo por el aniversario de su muerto y a saber qué más cortinas de humo, a ver si el PP no cae en la trampa-. Y por supuesto, los populares deben saber que no están el mismo plano de moralidad, en el sanchismo se permite todo y los hooligans seguirán aplaudiendo aunque Pedro Sánchez atraque un banco mientras a ellos se les exige ejemplaridad, esas son las cartas con las que jugar. En las manos de Feijóo está que Mazón sea la última víctima del relato sanchista y no uno más de la lista al que espera el siguiente.