De víctima a verdugo: Toño tiene la bomba definitiva contra Belén

Belén Esteban ha puesto fecha para su belenazo definitivo. Explican que será una entrevista histórica porque, entre otros asuntos, está dispuesta a abordar la problemática económica que le desune con Toño Sanchís. Advierten que Belén no acudirá sola a su cita con Telecinco, sino que le acompañarán especialistas y abogados que podrán explicar, de forma más concreta, cuáles fueron las supuestas trapacerías que Toño hizo durante su relación laboral.

Pero la bomba podría llegar tras su esperada entrevista. Belén desconoce que el que fue su representante tiene preparada una artillería bastante más pesada de lo que imagina para convencer, no sólo a la opinión pública, sino también a la Justicia, en quien Toño confía enormemente. Aunque es parco en palabras ante los medios de comunicación, la rabia que tiene en su interior se evidencia en conversaciones con amigos y conocidos: "Ahora ya no tiene miedo a nadie ni a nada, está dispuesto a explicar cuánto y por qué guardó dinero de Belén. Y, por supuesto, no tiene inconveniente en desvelar, uno por uno, los mensajes en los que Belén le pedía protección económica", me confiesa alguien cercano al representante, quizás su verdadero paño de lágrimas.

Mi interlocutora me advierte que podría haber un cambio radical de víctimas y verdugos

Las conversaciones citadas anteriormente podrían, en cualquier caso, cambiar el escenario. De víctima a verdugo. O tal parece, dado el interés de mi interlocutora en convencerme de la inocencia de un Toño al que me dibuja como un ser noble y dadivoso. El mismo que conocí cuando empezaba a despuntar como representante estelar, a pesar de que en lo sucesivo sufriera en exceso el destello de los focos. 

Los sofocos llegan al teatro

Y los sofocos llegan también al teatro. El pasado jueves se estrenó en Madrid Sofocos+, una nueva etapa de la famosa obra que repasa las vicisitudes que atraviesan las mujeres durante la menopausia. Una perfectísima combinación entre el musical y la comedia que no sólo consigue entretener, sino que  explica los cambios hormonales de forma divertida e incluso didáctica. Sorprende la capacidad interpretativa de Elisa Matilla, capaz de revolucionar el patio de butacas, y la extroversión de Ana Obregón, principal reclamo de esta nueva andadura. El teatro de La Latina ovacionó a la actriz, que también quiso recordar a su compañera Lina Morgan tras la despedida. Fue emotivo y un gesto que solo puede hacer Anita. Me encandiló la fuerza arrolladora y su elasticidad más propia de un espectáculo de gimnasia rítmica. Memorable el monólogo de Teté Delgado en una consulta de ginecología.