ESdiario

Puigdemont no coge primera línea de playa: comparaciones odiosas

Al parecer, burlarse del CNI, la Policía, la Guardia Civil y los Mossos -y de todos los españoles- es mucho menos grave que plantar la sombrilla al amanecer en la playa de Benidorm

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, antes de su intervención el pasado jueves en las calles de Barcelona.

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, antes de su intervención el pasado jueves en las calles de Barcelona.Europa Press

Creado:

Actualizado:

Escucho en la televisión que apropiarse de manera indebida de la primera línea de playa en una muy concurrida puede ser castigado con entre 300 y 3.000 euros. Un durísimo escarmiento a esos abuelos que bajan a la playa la carrera a primerísima primera hora para plantar la sombrilla y las sillas y que su familia pueda disfrutar de la brisa marina y las mejores vistas.

Seguro que hay quien opina que están bien multados, pero esa opinión se pasa cuando nos viene a la cabeza Carles Puigdemont. El prófugo, con una orden de detención sobre sus espaldas, vino a España, habló y se marchó sin que nadie osara a ponerle los grilletes. Impunidad total para el expresidente de la Generalitat de Cataluña y cero euros de multa.

Al parecer, burlarse del CNI, la Policía, la Guardia Civil y los Mossos -y de todos los españoles- es mucho menos grave que plantar la sombrilla al amanecer en la playa de Benidorm. A Puigdemont le ha salido gratis y, por supuesto, a todos los políticos que han intervenido, por acción u omisión, en su fuga a plena luz del día. Ni Marlaska, que según dice no alertó al CNI, ni el socialista que concedió el permiso para celebrar el mitin de Puigdemont ni el ya expresidente de la Generalitat ni su ya ex conseller de Interior han recibido una triste multa aunque sea la mitad que la del jubilado abusón que planta la sombrilla en la playa.

Lo de Puigdemont es una metáfora de la situación que atraviesa Cataluña, donde no se cumple la ley desde hace mucho sin que suceda nada. Y si sucede llega Pedro Sánchez con sus indultos y su amnistía.

El nuevo presidente de la Generalitat, el socialista Salvador Illa, tampoco se libra de las comparaciones odiosas. Incumple la ley de manera impune desde el primer minuto. Y no es una forma de hablar. En su toma de posesión vulneró la legislación al esconder la bandera de España en un acto oficial presidido por la de Cataluña. La norma establece no solo que estén ambas sino que deja claro que la bandera de España debe mostrarse en un lugar preponderante, por encima de la autonómica.

Salvador Illa se saltó la ley y no pasará nada, no habrá ni una triste multa. Lo de la bandera es mucho menos grave que plantar la sombrilla para reservar sitio en primera línea. También es menos doloso al parecer insultar al juez Llarena, el juez instructor del procés que mantiene activa la orden de detención contra Puigdemont. Un disparatado diputado de Junts en el Congreso le ha tildado de “Tejero sin bigote”. No le pasará nada, no teman. El peso de la ley caerá sobre el abuelo abusón que madruga para coger el mejor sitio en la arena de Benidorm.

Así que, ya saben, si van a clavar la sombrilla en primera línea este verano piénsenselo dos veces antes, no vaya a ser que le multen los mismos Mossos que no fueron capaces de evitar la fuga de Puigdemont delante de sus narices.

tracking