El fiscal general imputado que no dimite: "yo o el caos"

Álvaro García Ortiz está dando una auténtica lección de desvergüenza que le hace merecedor de un puesto en la lista de Peores Personajes de 2024. A pulso se lo ha ganado. El fiscal general se ha atrincherado en su cargo pese a ser imputado por el Tribunal Supremo por revelación de secretos y con un cinismo digno de Libro de los Récords se atreve a decir que lo hace por el bien de la institución. Recuerda al presidente francés,¡ Charles de Gaulle, quien en 1958 y tras un resultado en las urnas mucho peor del esperado reaccionó con esa frase que ha pasado a la historia: "yo o el caos". 

La gravedad de lo que se imputa al fiscal hace necesaria su dimisión de manera urgente. Presuntamente filtró información privada y confidencial de un particular, en concreto del abogado defensor del novio de Isabel Díaz Ayuso en un pleito con Hacienda. Que el Estado utilice información confidencial de un particular para atacar a una rival política nos acerca a países caribeños que todos tenemos en mente. 

Su negativa a dimitir vicia todo el proceso penal contra él. La fiscalía es una organización jerárquica. Todos los fiscales están subordinados al fiscal general, por lo que el fiscal encargado de su imputación está a sus órdenes. El imputado manda sobre el fiscal que debería acusarle. Y para más inri, le defiende la abogacía del Estado Lamentable

Pero es que además, el fiscal general ha llegado a este punto cuestionado por sus propios compañeros que han pedido también su dimisión en varios momentos desde las principales asociaciones de fiscales. Hay que recordar que García Ortiz recibió el reproche del Supremo por "abuso de poder" al ascender a Dolores Delgaso su predecesora en el cargo y su mentora.

Porque todo arrancó ahí realmente, en Pedro Sánchez. Él nombró a su ministra de Justicia fiscal general del Estado, lo que no tiene un pase desde el punto de vista democrático. García Ortiz era la mano derecha de Delgado y su hombre de confianza. La Fiscalía General quedó así en entredicho y bajo sospecha y todo los malos augurios se han confirmado. 

Por eso García Ortiz merece, sin lugar a la duda, un puesto entre los personajes nefastos para España en 2024