LA MIRILLA
Sánchez llama vagos a sus ministros
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la última rueda de prensa del año pasado.
Los ministros no tienen demasiado trabajo y Pedro Sánchez les da un pluriempleo para llenar su tiempo. Ahora que el presidente ha decretado cerrar el Parlamento, dada su debilidad, una pléyade de miembros del Consejo de Ministros van a compaginar sus carteras con cargos de secretarios regionales del PSOE.
Lo peor llegará luego. Si la idea del mandamás socialista, tal como dice, es no anticipar elecciones y tirar hasta 2027, antes, todos estos pluriempleados, deberán ocuparse, además, de recorrer sus Comunidades en busca de votos como candidatos del PSOE en las elecciones autonómicas. Un sin sentido, desde luego. Por más que Sánchez sea el as que convierte en habitual lo inusual.
O eso, o Sánchez va a hacer en unos meses una crisis de Gobierno profunda que vuelva a poner las cosas en su sitio y permita que los ministros se dediquen en plenitud a sus tareas. La verdad, siempre he creído que aquel que dirige un Ministerio no tiene tiempo para distraerse con otras cuestiones. Ser ministro es algo de tanta importancia y relevancia que exige plena dedicación. No entiendo por ello esta menor valoración del cargo que transmite Sánchez. Fíjense, por ejemplo, Óscar Puente. El ministro de Transportes vive tan obsesionado con X que se le paran los trenes de cercanía y lejanía y no tiene tiempo ni de enterarse.
Pues si esto le pasa a Puente por vivir “enganchado” en las redes sociales, imagínense el desastre de Gobierno cuando gran parte de sus miembros estén de hoz y coz en sus Comunidades enredados en mítines. Como pollos sin cabeza van los líderes socialistas.
A. M. BEAUMONT