EnfoquES del director
Dos mentiras más del Gobierno sobre la economía: ni baja la deuda pública ni la hucha de las pensiones va bien
El Gobierno, para desviar la atención de sus casos de corrupción, insiste una y otra vez en que la economía española va como "un cohete": que somos el motor de Europa -da risa hasta decirlo-, que lideramos la creación de empleo en la UE -cuando somos el país con más paro de Europa- y que vivimos "uno de los mejores momentos de la historia de España", esto último literal.
Además de esas trolas habituales, esta semana hemos asistido a dos más del tamaño de la catedral de Burgos. Uno lo lanzó Óscar Puente en una entrevista en TVE, dónde si no, sin que nadie se la rebatiera, que es lo peor. Dijo en ‘La Noche en 24 horas’ que la deuda pública se está reduciendo. Falso de toda falsedad. Baja la deuda pública respecto al PIB, pero sigue aumentado, hasta nivel récord, en términos absolutos. España nunca ha debido tanto como ahora.
Lo que nos quiere hacer creer Puente es que como ha crecido el PIB más que la deuda, ésta se ha reducido. La realidad es que la deuda pública ha crecido en 300.000 millones de euros desde 2020 y ha pasado de 1,3 bilones euros a 1,6 billones de euros. Eso implica que cada español debe ahora 33.500 euros frente a los 28.400 que debía en 2024. Si la deuda pública va bien que venga Dios y lo vea.
La segunda trola de esta semana la ha lanzado la ministra Elma Saiz. Asegura que el Gobierno está llenando la hucha de las pensiones que el PP esquilmó. ¡Toma ya! Bulo gigantesco. La realidad, señora ministra, es que los ingresos por cotizaciones solamente cubren nueve meses de gasto en pensiones y, a futuro, la deuda implícita no financiada supera el 500% del PIB, según Eurostat. El PSOE ha multiplicado la deuda de la Seguridad Social desde 53.000 hasta 116.000 millones.
La hucha de las pensiones se infla artificialmente para decir que existe una hucha de las pensiones, pero la realidad es que la Seguridad Social es deficitaria y que si fuera una empresa privada el Gobierno la habría llevado a la quiebra. Ni más ni menos.
Por desgracia, la economía española no es el paraíso que nos pinta el Gobierno y eso lo saben muy bien los cientos de miles de españoles con trabajos precarios y los millones de ciudadanos en paro.