Editorial
Aquí no dimite nadie: Cerdán, Torres y Reyes Maroto, achicharrados por Aldama

(Foto de ARCHIVO) El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres
La consigna que ha trasladado La Moncloa a sus ministros y altos cargos del PSOE señalados en el caso Ábalos es muy clara: prietas las filas, aquí no dimite nadie. Si hay que negar la evidencia, se niega. Si hay que mentir, se miente, pero ni una sola dimisión.
Y es que después de la caída en desgracia de José Luis Ábalos, sería muy difícil asumir que otro secretario de Organización del PSOE, como Santos Cerdán, u otro ministro o exministro, como Ángel Víctor Torres o Reyes Maroto, están implicados en la trama de las mascarillas.
Hasta hace dos lustros el político que era pillado en un renuncio tenía que dimitir de manera inmediata. ¡Que le pregunten a José Manuel Soria!
El ministro Torres, entonces presidente de Canarias, tiene acreditado algún mensaje con Aldama -al que decía no conocer de nada- y lo que es peor, tiene muchos mensajes con Koldo García en los que demuestra cómo se desvive por pagar los suministros de mascarillas a la empresa de Aldama, hasta el punto de llegar a afirmar que podría por fin dormir tranquilo tras efectuar el pago.
Reyes Maroto, por aquel entonces ministra de Industria, negó también conocer a Aldama. Luego se publicó un mensaje entre ellos y ya vamos por 52 mensajes. De alguno de ellos se deduce, además, que hubo alguna reunión entre ambos.
Por su parte, Santos Cerdán también huele a chamusquina. Quizás el que más huele. No ya por los 50.000 euros que Aldama dijo haberle entregado en mano por los servicios prestados. Tampoco porque fuera él el responsable de la llegada al PSOE de un tipo de la calaña de Koldo García. Su principal ‘pecado’ es haber mentido sobre sus relaciones con Aldama.
Y es que en la política actual, bajo el Gobierno de Pedro Sánchez, la verdad es absolutamente relativa y la mentira ha dejado de penalizar. Hasta hace dos lustros el político que era pillado en un renuncio tenía que dimitir de manera inmediata. ¡Que le pregunten a José Manuel Soria!
Hoy día, sin embargo, la consigna es que nadie dimita, que eso sí que hace daño a la imagen del Gobierno. Mentir es un simple cambio de opinión, algo sin trascendencia. Si se descubren más mensajes de Aldama con otros ministros o con los aquí citados, tampoco ocurrirá nada. Se negará todo, se meterá todo en el saco de los bulos y listo, porque esa es la estrategia de Sánchez.