enfoques del director
Sánchez se salta la Constitución y sus ministros hacen el ridículo para defenderlo
El Gobierno no tiene pensado presentar la ley de presupuestos generales del Estado este año. Que la Constitución lo obligue le trae al pairo. Le importa un bledo. Se la salta a la torera y punto, que para eso Pedro Sánchez es el presidente del Gobierno. ¡Olé!
Que no los va a presentar quedó bien claro en la esperpéntica rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que Félix Bolaños y Pilar Alegría hicieron el ridículo al tratar de explicar y defender que el Gobierno no cumpla con la Constitución. Risas nerviosas, salidas por la tangente, argumentos de mal perdedor... Esas fueron las respuestas de los dos ministros. ¡Lo que tienen que hacer para ganarse el sueldo!
Dicen Bolaños y Alegría que sí, que la Constitución puede decir misa, pero que la realidad parlamentaria es la que es: no tienen mayoría en el Congreso y, si no la consiguen, para qué van a hacer perder el tiempo a los diputados y a los ciudadanos. Que se prorrogan los presupuestos actuales y aquí paz y después gloria.
La pareja de ministros nos toma por tontos, claro. Una cosa es presentar los presupuestos y otra muy distinta aprobarlos. La Constitución obliga a lo primero, a presentarlos. No dice que solo se presenten si hay mayoría para aprobarlos. Obliga a hacerlo y el Gobierno no quiere. Aprobarlos es otra cosa. Eso no es obligatorio porque depende, efectivamente, de una negociación con otros partidos que puede salir bien o mal. Si no se aprueban, se prorrogan los que ya existen.
Sánchez, es evidente, prefiere saltarse la Constitución antes que perder una votación tan decisiva como la de los presupuestos, que lo dejaría literalmente con sus vergüenzas al aire ante los ciudadanos. En realidad, ya está así, pero no deja que lo veamos.
Su debilidad parlamentaria, su soledad y su incapacidad para gobernar son las mismas, someta o no los presupuestos a votación. La realidad que no quiere dejarnos ver —ni falta que hace— es que, en estas circunstancias, lo único que puede hacer es convocar elecciones. Cualquier otra cosa es una huida hacia adelante bastante antidemocrática, por cierto.