ESdiario

editorial

Conde-Pumpido y sus soldados sanchistas: una amnistía que traiciona la Constitución

El propio Sánchez, junto a ministros y altos cargos socialistas, afirmó en su día que la amnistía no cabía en la Constitución

Conde-Pumpido y Pedro Sánchez

Conde-Pumpido y Pedro Sánchez

Creado:

Actualizado:

El Tribunal Constitucional (TC), bajo la batuta de Cándido Conde-Pumpido, se prepara para avalar la Ley de Amnistía el próximo 10 de junio, según el proyecto de sentencia que estima parcialmente el recurso del PP, pero salva el grueso de una norma pactada por el PSOE con Junts para investir a Pedro Sánchez []. Este giro es una vergüenza que mancilla la justicia y la Constitución. Conde-Pumpido y su mal llamado “sector progresista” –en realidad, un pelotón sanchista al servicio del poder– ignoran el clamor de las principales asociaciones de jueces y fiscales, como la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) y la Asociación de Fiscales, que han denunciado la inconstitucionalidad de la amnistía. Más de 60 juristas y académicos, en un libro presentado ante la Comisión de Venecia, han calificado esta ley como “indigna” y contraria a la Constitución.

El propio Sánchez, junto a ministros y altos cargos socialistas, afirmó en su día que la amnistía no cabía en la Constitución. Sin embargo, la necesidad de comprar los siete votos de Carles Puigdemont, el golpista huido a Waterloo, llevó a Sánchez a traicionar sus principios y a España en un acto de corrupción política sin precedentes. La amnistía, diseñada para borrar delitos como la malversación –que el Tribunal Supremo considera no amnistiable-, es el precio de un pacto putrefacto que prioriza el poder sobre el Estado de Derecho.

Conde-Pumpido y sus soldados sanchistas en el TC, que son mayoría, actúan como peones de un Ejecutivo que manipula lo que sea preciso para perpetuarse. Este escándalo no solo deslegitima al TC, sino que profundiza la polarización y el descrédito de las instituciones. Recuperarlo va a ser la principal tarea del líder del PP cuando llegue a La Moncloa. España se juega seguir siendo una democracia de verdad.

tracking