Las togas a las barricadas
La concentración de jueces y fiscales frente al Tribunal Supremo del sábado
España, 2025. Miles de jueces y fiscales plantados frente al Supremo. Sin pancartas sindicales. Sin sueldos de por medio. Solo un mensaje: fuera sus manos de la Justicia.
Pero ahí está Félix Bolaños, el ministro con alma de capataz. Convencido de que con una ley exprés se puede amaestrar las togas. Que basta un atajo para cambiar la oposición por la recomendación. Que se puede montar una fábrica de jueces obedientes mientras la gente bosteza.
Pues no. Las togas se le han sublevado. Primera foto: un mar de jueces y fiscales frente al Supremo. Segunda foto: Ferraz, atrincherada. Tercera: La Moncloa, muda.
Esto no va de pluses ni de dietas. Va de la última línea de defensa. O hay jueces libres o hay Gobierno con bula. Lo demás es puro aderezo.
Pero al sanchismo le molesta el contrapeso. Le incomoda la judicatura díscola. Quiere fiscales serviciales y jueces flexibles. Como masilla que moldea.
Mientras, Sánchez se tapa tras la cortina de humo: Trump, la OTAN, la amnistía conciliadora… Y las togas hacen barricadas. Mal negocio. Porque cuando la Justicia se convierte en trinchera, siempre hay políticos que acaban empapelados.
El sanchismo ya sabe lo que se juega. La togas avisan.
La toga resiste. Y cuando los togados rugen, ni Bolaños ni su ley mandan.
Continuará. A.M. BEAUMONT