enfoques del director
Pedro Sánchez, al límite con Santos Cerdán: su absurda estrategia que Montero repite como un loro
Santos Cerdán ya está en la prisión de Soto del Real. Allí pasará su primera noche este lunes y comenzará un proceso de reflexión que quizás acabe igual que el de Víctor de Aldama: cantando. Al comisionista, 40 noches entre rejas le ablandaron. Veremos si Cerdán aguanta más o menos, pero una celda es un sitio que cambia la perspectiva de su huésped por completo. Y Sánchez tiembla. Llevan juntos desde 2014, cuando, según el informe de la UCO, el navarro y Koldo amañaron presuntamente las primarias a favor del hoy presidente del Gobierno. Se conocen a la perfección y el líder supremo se deshacía en elogios hacia él hasta hace muy poco.
Sánchez le eligió como negociador ante Puigdemont para que comprara su investidura. Solo en ese asunto, pura corrupción política, puede haber oro molido si a Cerdán le da por colaborar. Veremos.
Temerosos de lo que pueda salir, Pedro Sánchez ha marcado una estrategia que, por increíble y absurda, resulta molesta. Molesta a la inteligencia. Dice el presidente que él ha actuado con contundencia, destituyendo a Cerdán, y que el PSOE no tiene nada que ver ya, que es cosa de la Justicia.
La realidad es que nadie ha asumido ninguna responsabilidad, empezando por el propio Sánchez, que, por inútil o por corrupto, debería dimitir. A Ábalos lo destituyeron, según la versión oficial del partido, no por corrupto, sino porque su mano derecha, Koldo García, fue detenido por corrupción y no se podía permitir que la sombra de la sospecha que alcanzaba a Ábalos acabara proyectada sobre el PSOE. Pues bien, Sánchez lleva dos manos derechas imputadas, Ábalos y Cerdán. Este último, incluso en prisión sin fianza. Que se aplique el cuento el gran líder.
Pero no, claro, la operación ahora es negar a Cerdán y salvar al soldado Sánchez. Tan a pecho se lo toma el equipo de opinión sincronizada que María Jesús Montero ha llegado a decir hace un rato que ese tal Santos Cerdán no tiene nada que ver con el PSOE.
En fin, lo que tienen que hacer algunos para ganarse el sueldo. Lo que están dispuestos a hacer para mantener el sillón. Es tremendo. Sánchez siempre ha tenido la inquietud de saber cómo le recordará la historia. Pues ya lo sabemos, no hay mucha duda al respecto. Habrá que buscarle por la "e" del estercolero de la historia, que es donde merece ser arrojado en cuanto suelte el poder.