Poner el contador a cero

El presidente del Partido Popular, Alberto Nuñez Feijóo, ha afirmado, refiriéndose a Puigdemont, que había que poner el contador a cero. Evidentemente esta frase se refería a que el líder prófugo debería reconsiderar sus relaciones con Sánchez y las mentiras en las que ha basado las relaciones entre el PSOE y Junts, pero es aplicable, desde mi punto de vista, a toda la presente legislatura, una legislatura que comenzó como una mentira y que sigue siendo una mentira arrastrada mes a mes durante estos dos años transcurridos desde las elecciones de 2023.

Todos recordaremos que Sánchez consiguió su investidura poniendo en bandeja a sus socios la reinterpretación tanto de la Constitución como del Código Penal para ajustarlas a las necesidades de sus socios. Así a unos les ha dado la amnistía, a otros la excarcelación de terroristas y a todos les ha prometido doblegar el Poder Judicial. Incluso en la última negociación Zapatero ha ido a Suiza con la única petición de que Puigdemont apoye la ley que destroza la independencia de los Jueces y consuma el sometimiento de los fiscales. Esta visita pone de manifiesto la importancia que Sánchez da a esta ley que destroza la Justicia, como la principal vía para sobrevivir a la putrefacción en que se ha convertido su Gobierno.

Pero, para mayor burla a los Jueces, el “nefasto” expresidente del Gobierno ha ido a consumar el ataque a los mismos tras haber recibido la mayor distinción de la Justicia, la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, condecoración reservada a aquellos que se han distinguido por la defensa de la independencia del Poder Judicial, y en medio de una huelga histórica de la carrera judicial y fiscal en protesta por la tramitación de la ley Bolaños que ha cerrado los Juzgados durante tres días.

Esta legislatura nunca debió iniciarse ya que la investidura de Sánchez se consiguió con pactos vergonzantes basados en el intercambio de impunidad por tapar la corrupción, como estamos viendo estos días en los que los audios y los documentos han revelado como empresarios corruptos y dirigentes socialistas, como Cerdán, han trabajado desde el inicio engrasando las relaciones políticas a través de presuntas mordidas y reparto de contratos fraudulentos. Así hemos conocido como había una parte de la trama que se repartía los contratos en Navarra y el País Vasco y que un empresario próximo al mundo independentista servía de auxilio a Cerdán para recabar apoyos para mantener a Sanchez en el poder.

Por eso es necesario poner el marcador a cero e iniciar una nueva legislatura con la convocatoria de elecciones generales. Es necesario limpiar la política mandando a la oposición a toda esta maraña de intereses corruptos en los que se ha convertido la relación del PSOE y sus socios y que va mas allá de una simple alianza política, ya que cada día que pasa estamos comprobando que la corrupción, tanto la del que roba como la del que mira a otra parte y la consiente a cambio de conseguir rédito político, son la argamasa que ha permitido a los partidos de la coalición gubernamental sobrevivir estos meses.

El contador a cero es el símbolo de la limpieza de la política, y aquellos partidos políticos que quieran sobrevivir a este “Tsunami” de aguas fétidas deben plantearse muy seriamente si van a seguir tolerando y amparando la corrupción o van a recuperar la dignidad, porque no pueden olvidar que los ciudadanos no perdonan el saqueo y van a castigar a quién sea condescendiente o tolere la misma. Se equivocan aquellos que piensan que es cierta la frase “da igual que roben si son los míos” o “da igual que roben pero no viene la derecha”, frases que menosprecian el sentido común de los ciudadanos españoles ya vivan en Barcelona, Madrid, Valencia o Badajoz, voten al PNV o a Junts.

Hay que recordar, como dijo el escritor norteamericano Lyman Abott, “no pienses que puedes combatir la corrupción mientras dejas que la corrupción supure dentro de ti”, frase que deben recordar Yolanda Díaz, Rufian, Aitor Esteban y todos los socialistas decentes que este sábado se sentarán en el Comité Federal socialista.