Los ladrillazos de Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
La gran mentira de Sánchez ya no puede esconderse. Siete años prometiendo vivienda pública, promociones milagro y derechos de papel. Siete años de propaganda que se estrellan contra la realidad de un mercado disparado.
El precio de la vivienda libre subió un 12,7 % en el segundo trimestre. El mayor alza en 18 años. Cuarenta y cinco trimestres seguidos al alza. Y desde que Sánchez llegó a Moncloa, los pisos se han encarecido un 50 %. Eso no es política social: es un atraco generacional.
El Gobierno ha convertido un problema en una bomba social. No hay jóvenes que puedan emanciparse. Familias enteras atrapadas en alquileres imposibles. Clases medias condenadas a hipotecarse hasta la vejez. El sanchismo ha hecho de la vivienda un lujo.
La Ley de Vivienda fue la puntilla. En lugar de estimular la oferta, la cortó de raíz. En lugar de dar seguridad, sembró inseguridad jurídica. Resultado: menos pisos en el mercado, precios más altos y propietarios huyendo. Ideología pura. Realidad dura.
Sánchez prometió hogares. Ha entregado humo. Ha hipotecado a generaciones enteras. Ha usado la vivienda como pancarta y no como política de Estado. Y cada vez que repite el discurso de “derecho a la vivienda”, la subida de precios lo desmiente.
El sanchismo no construye. Destruye. No garantiza un techo: garantiza angustia. Y el otoño llega con la mayor subida en casi dos décadas. La mentira tiene ladrillos, pero el muro de la realidad ya se le viene abajo.
A.M. BEAUMONT