editorial
Los sobres del PSOE y el amaño de obra pública: la UCO deja al PSOE contra las cuerdas
Este escándalo evoca los papeles de Bárcenas en el PP, pero con un PSOE en el Gobierno que debería predicar con el ejemplo. La reforma del Código Penal en 2015, nacida de aquel trauma, castiga duramente la financiación irregular de partidos como personas jurídicas

Sobre con el logo del PSOE y 900 euros en efectivo destinado a Ábalos
El informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha caído como un mazazo sobre el PSOE, desvelando un entramado de corrupción que huele a financiación ilegal y amaño sistemático de contratos públicos. En un documento remitido al Tribunal Supremo, los investigadores ponen el dedo en la llaga: una contabilidad paralela que alimentaba a figuras clave del partido con sobres de dinero en efectivo, directamente desde la sede de Ferraz. No es un rumor ni una filtración; es evidencia que coincide en el tiempo con el amaño de obras públicas adjudicadas desde el Ministerio de Transportes bajo la batuta de José Luis Ábalos.
Ábalos, el exministro y exsecretario de Organización del PSOE, y su asesor Koldo García, aparecen como ejes de este esquema turbio. La UCO detalla entregas de cash no documentadas, que se multiplicaron tras el nombramiento de Ábalos por Pedro Sánchez en 2018. Esos sobres, según testimonios como el de la empresaria Carmen Pano, sumaban decenas de miles de euros –90.000 en un solo caso– y fluían directamente del partido para compensar "gastos" que no pasaban por canales oficiales. Pero no acaba ahí: el informe vincula estos flujos con el amaño de contratos millonarios en obras públicas, donde comisiones ilegales regresaban al PSOE a través de "cupos territoriales", como reveló el empresario Víctor de Aldama. Mensajes codificados entre Koldo y otros implicados, usando términos como "ganadería" para referirse al partido, pintan un panorama de organización criminal en las entrañas socialistas.
La coincidencia temporal es demoledora: el auge de los pagos en negro arranca justo cuando Ábalos asume el control de Fomento, y se prolonga hasta su cese en 2021. Santos Cerdán, actual secretario de Organización y sucesor de Ábalos, no escapa al escrutinio; el "informe Cerdán" lo señala como posible líder de esta red, con registros en Ferraz que la UCO ya ha allanado. Sánchez, que blindó a Ábalos durante años, en el mejor de los casos se ve salpicado por omisión, aunque resulta inverosímil pensar que los tejemanejes del PSOE se pudieron hacer a sus espaldas, a espaldas del líder del partido. En todo caso, lo que ocurra en el PSOE es su responsabilidad, como secretario general que es.
Este escándalo evoca los papeles de Bárcenas en el PP, pero con un PSOE en el Gobierno que debería predicar con el ejemplo. La reforma del Código Penal en 2015, nacida de aquel trauma, castiga duramente la financiación irregular de partidos como personas jurídicas. Hoy, el Supremo y la Fiscalía Anticorrupción tienen en sus manos pruebas incontrovertibles que podrían condenar al PSOE, no solo a Ábalos y Koldo, sino a la estructura misma. Es hora de que Ferraz rinda cuentas: la opacidad ha llegado a su fin, y la ciudadanía exige justicia sin paños calientes.
El amaño de obra pública no es un delito menor; es un saqueo al erario que encarece infraestructuras y perpetúa el clientelismo. La UCO ha dejado al PSOE contra las cuerdas, acorralado por sus propios sobres. La pelota está en el tejado judicial, pero la opinión pública ya ha dictado sentencia.