El clavo ardiendo del sanchismo

El PSOE respira. O al menos, lo intenta. La dimisión de Carlos Mazón y el arranque del juicio al Fiscal General del Estado, que señalan terminará en absolución, les han dado un espejismo: creen ver en la desgracia ajena el principio de su remontada.

El manual de Sánchez vuelve a funcionar como un reflejo: cuando el barro les llega al cuello, buscan un clavo ardiendo. Esta vez lo han encontrado en Valencia, intentando convertir la caída de un presidente autonómico en cortina de humo para tapar los males que les asfixian.

Pero el humo no tapa el hedor. El fiscal general está siendo enjuiciado, la esposa del presidente investigada, el hermano del presidente, imputado, Koldo, Ábalos y Cerdán achicharrados públicamente, el PSOE cercado por la financiación ilegal… No hay absolución judicial de un fiscal que pueda limpiar el desgaste moral de un poder agotado.

Feijóo no despega en las encuestas, cierto. Pero el cansancio con Sánchez ya es estructural. Y en España se vota más contra alguien que a favor de. No hay carisma que disimule el enfado que despierta el mandamás de La Moncloa ni Tezanos que lo maquille.

El socialismo busca consuelo en el tropiezo ajeno porque ha perdido toda fe en sí mismo.

Quizá busque su sistema de propaganda hacer que se vea el vaso medio lleno. O quizá solo se está aferrando a un cuento de la lechera para no admitir que lo único que le queda es agarrarse al clavo ardiendo.

A.M. BEAUMONT