Efecto dominó: Feijóo lanza una consigna a sus barones para hurgar en la herida

En la calle Génova no se llaman a engaño: Pedro Sánchez no se va a ir de Moncloa ni con agua caliente como ha confirmado él mismo desde Rabat al jactarse de que "las elecciones serán en 2027, tengo todo el tiempo del mundo".

Desde el PP le responden que "quien no tiene tiempo es España con Carles Puigdemont subiendo el precio después de que los fiscales le señalen como  "líder absoluto" de Tsunami, ni un PSOE que se desangra" en un resumen muy gráfico que hacían a ESdiario.

Si ya las tenía, desde el domingo Feijóo tiene aún las manos más libres para designar a la persona que considere más idónea en una candidatura europea que tiene muchas novias: desde la actual cabeza de lista, Dolors Monserrat a González Pons o nombres de mujeres con guiños al campo

Frente a este atrincheramiento, Alberto Núñez Feijóo sabe que la única manera de ahondar aún más en el ya debilitado liderazgo de Sánchez es ganando elecciones, como ha ocurrido de manera apabullante este domingo en Galicia y como quiere que ocurra "por goleada" en las elecciones europeas y con una "subida importante" en el País Vasco y Cataluña.

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Para conseguirlo, Feijóo va a dar la orden de activar ya la maquinaria electoral del Partido Popular en toda España con una consigna clara: "que esté a pleno rendimiento para que el músculo y la implantación territorial que la formación ha demostrado en Galicia tenga un efecto dominó ", señalan desde la dirección del partido.

Un músculo que, además, contrasta con la irrelevancia a la que Sánchez está llevando al Partido Socialista por sus pactos para permanecer en Moncloa y que se traduce en una desmoralización en los territorios y es una especie de huelga de brazos caídos a la hora de buscar la imprescindible movilización de los tuyos.

El PP va a hurgar en esa herida para que los socialistas sean conscientes de que "Sánchez ha acabado con el PSOE y además se jacta de que él tiene tiempo", añaden para más escarnio.

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En este contexto, las elecciones europeas del próximo mes de junio van a ser la primera oportunidad de que se vote en toda España tras el 23J y son unas elecciones donde opera el voto de castigo, lo que el PP ve como una oportunidad de oro para "dar la puntilla al liderazgo de Sánchez al que sólo le quedará atrincherarse, pero sin la más mínima expectativa de gobernar y con un partido hostil, pero amordazado", sentencian desde la dirección popular.

Si ya las tenía, desde el domingo tiene aún las manos más libres para designar a la persona que considere más idónea en una candidatura que tiene muchas novias: desde la actual cabeza de lista, Dolors Monserrat a Esteban González Pons o nombres de mujeres que se ponen sobre la mesa con guiños al campo. En Génova responden que "van a elegir a quien sea mejor para lograr una gran victoria, dejando de lado cualquier tipo de interés personal".

Feijóo va a dar la orden de activar ya la maquinaria electoral del Partido Popular en toda España con una consigna clara: "que esté a pleno rendimiento para que el músculo y la implantación territorial que la formación ha demostrado en Galicia tenga un efecto dominó

Tres tanto de lo mismo pasará en Cataluña, donde, de momento, Alberto Núñez Feijóo todavía no ha designado candidato y, antes de hacerlo, tiene una conversación pendiente con el actual presidente del PP catalán, Alejandro Fernández. Feijóo sabe que Sánchez se juega mucho en las catalanas y quiere el perfil más idóneo para activar el voto útil que ha catapultado la arrolladora victoria en Galicia.

Los barones se volcarán en busca del voto útil

Feijóo cuenta además con el mayor poder territorial que nunca haya tenido el Partido Popular y se dispone a aprovecharlo con una movilización total de los barones y los territorios en este ciclo electoral que se va a abrir de manera inminente con la convocatoria de elecciones en el País Vasco.

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El líder del PP no quiere dejar municipio o ciudad grande o pequeña sin cubrir - como ha ocurrido en una Galicia teñida aún más de azul - y va a aprovechar el liderazgo de sus barones para "concentrar" el voto como ha ocurrido en las gallegas, pescando no solo votos de Vox sino del votante moderado del PSOE.

Un modelo que se ha ensayado con éxito en las elecciones del pasado domingo y que contó en la recta final de la campaña con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, para apuntalar el voto al PP frente a Vox y sumarse a la alerta de lo que hubiera supuesto la llegada del BNG a la Xunta. Al PSOE, mientras tanto, sólo le queda lamerse las heridas y esperar tiempos mejores, que Sánchez quiere dilatar hasta el 2027.