Las confusas imágenes de la gala musical rescatan la "pelea" del confinamiento en una batalla de reproches que empapa incluso a Sánchez y Echenique.
Un concierto de Taburete en Marbella ha sido el detonante de una dura batalla en Twitter, con nombres de por medio asociados a la controversia y el enfrentamiento a cara de perro, caso del periodista Javier Negre y del político Pablo Echenique, entre otros.
Tenía todos los ingredientes: una ciudad asociada a las sombras más profundas de la corrupción (como si Marbella fuera solo eso); el grupo del hijo de Luis Bárcenas; un público de clase media y alta y un vídeo en el que parecía escucharse a alguien de la banda gritar "Fuera mascarillas". EL resto vino solo, con el dirigente de Podemos de látigo percutor:
Aquí el cantante de Taburete animando a su público: "ni una puta mascarilla".
— Pablo Echenique (@pnique) August 8, 2020
Esto Abascal y Casado no lo van a denunciar porque aquí hay mucho votante suyo.
Mejor difundir el bulo nazi de que los rebrotes los provoca una invasión de inmigrantes pobres... que esos no votan. pic.twitter.com/qhN8HeoiKb
La polémica afectó de lleno al responsable de "Estado de Alarma", presente en el evento y muy volcado con la promoción del mismo dentro del festival Starlite, uno de los más importantes de Europa por la enorme cantidad de artistas que atrae y su duración. Y fue el propio Negre quien desmintió la supuesta falta de cuidado de la gala, apelando a una información difundida por la organización y explicada por José Ribagorda en Telecinco:
Me alegra saber q en este país quedan espacios serios como @informativost5 que hacen Periodismo, contrastan informaciones y aportan nuevas imágenes que aclaran sin tergiversaciones lo ocurrido ayer en el concierto de @taburete89 en @StarliteCatOcc pic.twitter.com/EfdnYYzjVM
— Javier Negre (@javiernegre10) August 8, 2020
Lo cierto es que las imágenes son confusas, y dan desde luego para dudar de la pulcritud sanitaria de la velada o para sostener lo contrario. Pero sobre todo dan para rescatar la guerra contra los "cayetanos", como despectivamente bautizaron a todas las personas que, durante el confinamiento, protestaron contra la caprichosa aplicación del Estado de Alarma.
Que fueran vecinos de barrios de toda condición, desde los más humildes hasta los más selectos, no fue suficiente para que sus detractores hicieran la caricatura que les hicieron, de pijos adinerados e insolidarios que potenciaban los riesgos epidémicos con su actitud. Que es lo mismo que ha pasado con Taburete, señalados como foco de riesgo potencial del Covid:
Concierto de Taburete en Marbella. La gente de pie y bailando. Luego, si hay contagios, estos pijos le echarán la culpa al gobierno bolivariano. pic.twitter.com/Ml2tW5G7fn
— PabloMM (@pablom_m) August 8, 2020
Claro que, ante ese zasca, ha habido respuestas más que de sobra para recalcar el doble rasero con el que se mide todo, recordando escenas protagonizadas por el propio Gobierno, su grupo parlamentario, Pedro Sánchez o hasta Pablo Iglesias que, medidas con esa misma mirada, no aguantan el examen:
La chupi pandi está alborotada x el concierto d Taburete en el Starlight d Marbella; y también x la corrida d toros d El Puerto d Sta María.
— Un ciudadano cualquiera (@niduaz) August 8, 2020
La misma chupi pandi q se puso a silbar d perfil cuando el funeral d Anguita o las manifestaciones #blacklivesmatter.
Jo, tíos, es q son... pic.twitter.com/BCyaxiH5gT
Para finalizar, un tuitero más que intenta poner sentido común, diciendo lo mismo para todos, sea cual sea el evento en cuestión y sean quienes sean sus protagonistas: el coronavirus no entiende de personas ni de ideologías; simplemente se contagia mejor allá donde hay multitudes:
La corrida de toros de Córdoba, el concierto de Taburete y la bancada socialista.
— LAURA (@Laura_Lopez_Paz) August 8, 2020
Tres ejemplos de como la irresponsabilidad no entiende de ideologías, de prácticas, de gustos o de afinidades.
Estas imágenes son reprochables y están poniendo en riesgo la salud de todos. pic.twitter.com/JE8XqgIBHr
Quizá sea Laura, en fin, la que dé en el clavo.