Oltra fuerza la dimisión del marido enchufado de la consellera

Tal y como les ha contado ESdiario, la consellera de Sanidad, Carmen Montón, vio como su esposo, Alberto Hernández, fue nombrado como gerente y primer gestor de la empresa pública de aguas de la Diputación de Valencia, con un sueldado de casi 150.000 euros al año. Pese al aluvión de críticas, por lo poco estético del nombramiento, ella defendió el puesto afirmando que eran administraciones competenciales distintas y así se quedó hasta que las reprobaciones llegaron desde el seno de su propio Consell.

Su aliada de Gobierno, de Compromís, la vicepresidenta Mónica Oltra dijo: "La mujer del César tiene que ser honesta y parecerlo, y el marido también". Unas declaraciones que marcaron el camino de lo que después ocurrió, la dimisión de Hernández antes incluso de pisar el despacho. El renuncio tiene ya consecuencias directas en un Gover valenciano roto, deshecho y marcado por la desconfianza de todos sus miembros. A la oposición, además, cosas como estas le da vida y aparece una Isabel Bonig reforzada en el PPCV a meses del cónclave regional que debe decidir la sucesión formal de Alberto Fabra.

Así, la portavoz adjunta del PP en Les Corts Eva Ortiz, ha afirmado que el nombramiento del marido de la consellera Montón como gerente de Egevasa, "no se sostenía y ha dañado irremediablemente la línea de flotación del tripartito". Ortiz se ha pronunciado así después de conocer la noticia de la dimisión de Hernández, tan solo un día después de ser nombrado gerente de Egevasa. La portavoz adjunta popular ha afirmado que esta dimisión "da la razón al PPCV: era un nombramiento que carecía de ética y de estética, no solo por tratarse del cónyuge de un miembro del Gobierno valenciano, sino por carecer de la experiencia necesaria en el sector del agua".
 
Eva Ortiz ha señalado que esta renuncia "nos deja además otra imagen: y es que ha tenido que ser Hernández quien presentara su dimisión mientras PSPV y Compromís han estado inmersos en una guerra de acusaciones mutuas y el President, Ximo Puig, desaparecido en combate". "Hemos pasado dos días asistiendo a un culebrón con tintes patéticos, donde la Generalitat decía que el nombramiento correspondía a la Diputación de Valencia, y a su vez en la corporación provincial señalaban que el nombre les llegó desde la Generalitat. La vicepresidenta arremetió contra la consellera mientras Montón decía que esto pasaría y que se debía a ruido post-electoral. Al final era tan insostenible que no han podido esperar a que escampara la tormenta".
 
"Y mientras, Puig ha hecho lo que mejor se le da: quedarse en tierra de nadie. El President está tan maniatado en el propio Consell que ha sido incapaz de situarse en un asunto como este. Dice que no opina, y lo peor es que tampoco actúa, se queda sentado intentando ser invisible para PSPV y Compromís mientras estos se lanzan dardos. Tras los acontecimientos de hoy Puig ha quedado en el peor lugar posible", ha añadido.