| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Un estudiante en las inmediaciones de la Universidad Politécnica de Valencia.
Un estudiante en las inmediaciones de la Universidad Politécnica de Valencia.

La generación Z y su desolador futuro en España

Encontrar un trabajo relacionado con sus estudios o lograr estabilidad económica para emanciparse sigue siendo una odisea para los jóvenes españoles que siguen buscando soluciones fuera.

| Eugenio Narbaiza Opinión

Cuando estamos a punto de culminar el primer cuarto del siglo XXI, uno de los graves problemas que se detectan en la sociedad española es la situación de futuro de la juventud, particularmente en esa generación conocida como 'Generación Z', que abarca a aquellos jóvenes que tienen edades entre los 18 y 30 años.

Estos jóvenes tienen diversos problemas una vez finalizados sus estudios: desde la posibilidad de encontrar un puesto de trabajo adecuado a los estudios realizados, a la necesidad de emanciparse una vez conseguido un trabajo, así como el intentar tener una estabilidad económica que les permita desarrollarse tanto personalmente como profesionalmente. Si a esto le añadimos la necesidad de conocer el idioma de las comunidades autónomas que tienen lengua propia -obligándoles a manejar un idioma propio- las dificultades de integración aumentan en un grado superlativo.

Varios estudiantes en el exterior de la Facultad de Ciencias de la Información esperando el inicio de la EVAU.

Esta es la razón por la que, en muchos casos, estos jóvenes terminan aprovechando su marcha al extranjero con programas como Erasmus para establecerse allí casi de manera definitiva. Y es que allí encuentran los trabajos que se corresponden con lo estudiado, dando lugar a que la pérdida de talento para la sociedad española, la empresa y las familias sea completamente inevitable.

Es tan grave este problema que foros empresariales de distintas comunidades autónomas están llevando a cabo estudios y análisis que les indiquen el camino a seguir para poner fin a un problema de dimensiones incalculables. Todo ello unido al hecho de que los índices de natalidad españoles están bajo mínimos.

Cada vez menos población joven y con menos oportunidades

Si tomamos como ejemplo uno de estos estudios -concretamente un foro de empresarios vascos denominado Zedarriak y formado por empresarios de primer orden dentro de la sociedad vasca- resulta que nos encontramos con datos que dan lugar a una profunda reflexión sobre este problema y las consecuencias que puede originar en un futuro no muy lejano. En este informe sobre la juventud vasca, Zedarriak refleja que es necesario crear un pacto generacional, lo que  supone una necesidad de presente y una apuesta de futuro en el que es preciso que el conjunto de la sociedad se implique, siendo necesario que se produzca una equidad intergeneracional.

En la actualidad, la población joven en el P. Vasco representa menos del 14% del total, siendo un 12% del censo electoral en las pasadas elecciones y apenas un 8 % del censo de la militancia en partidos políticos. Por otro lado, las personas mayores de 65 años conforman el 24% de la población vasca, abarcando el 29% del censo electoral.

Este mapa generacional, según Zedarriak , debe tener muy en cuenta el diseño del sistema de pensiones de jubilación, la regulación del mercado de alquiler, la compra de vivienda, la estabilidad y el nivel de retribución de los contratos laborales a los jóvenes. Para ello, se propone abrir un debate en la sociedad sobre el establecimiento de cuota de participación de los jóvenes en los órganos de gobierno, así como en las decisiones de las empresas e instituciones.

Por otro lado, este informe indica que será todo un reto implicar y formar a los jóvenes, ya que muestran un cierto alejamiento de los cauces más institucionales, siendo muy activos en el ciberactivismo.

Fuga de talentos

Otro dato preocupante es el hecho de que el 76% de las empresas vascas tienen enormes dificultades para encontrar el talento que precisan. Esta realidad ha generado una alarma respecto a cómo cubrir las necesidades de la empresa vasca, tanto en la industria y en estudios STEM. Eso da lugar a que la confianza de los jóvenes haya mejorado respecto a las empresas en las dos últimas décadas (del 31% en 1999 al 62 % en 2021) con la particularidad de que los jóvenes que pretenden emprender están en el 40%. Lo realmente demoledor de estos datos es que los jóvenes que están comprendidos entre los 16 y 29 años y que trabajan por debajo de las 30 h semanales, con el 33,5 % percibiendo un salario que no cubre sus necesidades personales.

Según Zedarriak, la natalidad y la inmigración son las dos ecuaciones fundamentales de cara al futuro, sin que se puedan plantear soluciones simplistas, avanzando hacia una sociedad abierta, de acogida, atractiva para innovadores y personas que busquen su desarrollo profesional en el P. Vasco.

No es de extrañar viendo los datos de este foro empresarial vasco que, de cara al futuro, empiece a producirse una “revolución” en el sistema político vasco teniendo en cuenta que estos jóvenes pertenecientes a la generación Z se sienten abandonados por todos los estamentos políticos de la comunidad. Además consideran a los actuales regidores de este territorio como un estorbo a sus necesidades y aspiraciones. Una razón por la que, en las oportunidades más claras, acaban yéndose al extranjero en donde ven un futuro abierto, sin necesidad de verse obligados a hablar el idioma autóctono para trabajar en el creciente sector público y con mayores oportunidades de vida que en su propio territorio.

Este informe del foro empresarial vasco sirve de claro ejemplo de la descapitalización de talentos que está sufriendo la sociedad española. ¿Están trabajando los políticos españoles en algo tan grave como en dar un futuro a la juventud? La realidad es que solo les preocupa el poder y la amnistía.