| 04 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Calle Romeu Corbera, barrio de Russafa - USUARIA DE TWITTER @elenaandreu
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La parte negra de unas Fallas de ‘récord’

Los robos en verbenas, los ‘ríos de pis’ que cruzaban algunos barrios o las grandes aglomeraciones de gente en puntos como la Estación del Norte avivan el debate sobre la fiesta en redes.

| Sergi Tarazona Edición Valencia

Las Fallas de 2023 han sido todo un éxito. Los datos están ahí, más de un millón de visitantes, restaurantes y hoteles llenos, días soleados… Sin embargo, una vez pasada la fiesta, las críticas hacia las Fallas vuelve aflorar más verdes que nunca en redes sociales por el caos absoluto que se ha apoderado de la ciudad durante cinco intensos días.

 

 

Una vez hecho el balance, la realidad, al igual que los datos, también está ahí; ‘ríos de pis’ que llenaban barrios icónicos del cap i casal’, puestos de comida invadiendo las calles sin ningún tipo de control, vandalismo y robos, con centenares de móviles “desaparecidos” en verbenas o grandes aglomeraciones de gente que atascaron el acceso de lugares como la Estación del Norte, hasta tal punto que el día 18 hubo quién tuvo que estar una hora para poder salir de la Mascletà.

 

Los hurtos a turistas y falleros llegó a tal punto, que muchas verbenas, como la del Negrito, en la plaza del Negrito, pararon su música en algún momento de la noche para avisar a los asistentes de que fueran con cuidado. 

 

 

Las redes sociales han abierto el debate una vez finalizada las fallas: ¿Está preparada la ciudad para albergar un número tan gran de gente? ¿Se podía haber hecho algo más para evitarlo? ¿Se han ‘Sanferminizado’ las fallas? ¿Se está convirtiendo Valencia en Magaluf durante una semana con la escusa de las fallas? ¿Es sostenible este modelo tan salvaje?… muchas preguntas alrededor de una fiesta que este 2023 volvía sin ningún tipo de restricción y que ha sorprendido con sus datos hasta al más optimista.

 

Hay muchos puntos de vista sobre este tema, desde los que no soportan las fallas y quieren que desaparezcan, hasta lo que creen que habría que darle una ‘vuelta’ a la fiesta para evitar algunas de las imágenes que hemos visto este año.

 

Lo cierto es que, si lo analizamos fríamente, quizá sí se podría haber hecho algo más con tal de prevenir esta situación. Las previsiones meteorológicas avisaban de un tiempo de absoluto ‘escándalo’, impropio, incluso, para estas fechas, el calendario cuadraba muy bien, siendo la mayoría de días fin de semana. Además, hoy era fiesta en Madrid, por lo tanto, era de esperar que muchos madrileños vinieran de la capital a pasar el fin de semana. Por lo tanto, un mayor despliegue de recursos hubiera evitado algunas situaciones. 

Las Fallas seguirán existiendo y continuarán siendo fruto de alegría, encuentros y pasiones, pero la realidad vista este año es que a muchos no falleros, e incluso falleros, esta masificación de las fiestas les está empezando a espantar, puesto que los grandes números de visitantes traen cosas buenas y no tan buenas, y serán muchos los que tengan que ‘huir’ de una ciudad que del 15 al 19 entre en pleno caos.