Puig acusa a Irene Montero de "erosionar el Estado" al señalar a los jueces

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

La Ley del 'sólo sí es sí' de Irene Montero ha recibido una ola de críticas tras los últimos casos de rebajas de penas de prisión a condenados a agresores sexuales y violadores. El debate se ha trasladado a la Comunidad Valenciana, donde la posibilidad de reformar la ley ha abierto un nuevo conflicto entre los socios del Gobierno de Ximo Puig. 

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha defendido  "corregir" la Ley de Libertad Sexual, en línea con la consellera de Justicia Gabriela Bravo, quien criticó este miércoles que la norma da lugar a interpretaciones que "benefician" a los reos acusados de delitos sexuales. "Si hay unas consecuencias que no son las deseadas habrá que actuar consecuentemente", ha sentenciado el presidente del Ejecutivo valenciano.

Así se ha pronunciado el presidente del Consell en declaraciones a los medios antes del VI acto empresarial por el Corredor Mediterráneo que se ha celebrado en Barcelona, también ha dicho que, si la ley ha tenido "consecuencias que no son las deseadas, habrá que actuar en consecuencia".

Puig considera que la violencia de género es "el problema más grave" que hay actualmente en España, por lo cual cree que lo importante es proteger a las víctimas y a las mujeres. Modificar algún aspecto de la norma "no tiene por qué afectar en absoluto al principio básico" y al objetivo de la ley, y ha pedido hacerlo sin generar crispación.

Preguntado por las declaraciones de la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien ha acusado indirectamente de prevaricación a los jueces al criticar que no están aplicando correctamente la ley, el presidente valenciano ha expresado su respeto con las palabras de los ministros y con la justicia, pero cree que "todos tenemos nuestra responsabilidad".

En este sentido ha criticado que que Irene Montero ha "generado conflictos desde la política" y "con sus declaraciones genera intranquilidad". "Tenemos que ser conscientes de que no se trata de erosionar el funcionamiento del Estado", reprende el president. "No podemos estar como si cada día se acabara el mundo", ha indicado. En su lugar, Puig  a insistido en que "los problemas están ahí" e insiste en la necesidad de "buscar soluciones, no intentar desde la política generar más conflictos".