Unas Fallas de récord

Las primeras fallas con María José Catalá con alcaldesa de Valencia y Carlos Mazón al frente de la Generalitat han sido de récord. Una mascletà apoteósica, con rotura incluso de cristales, y una cremà larga y acompasada, puso punto y seguido a la fiesta. Hoy es el momento del balance de las fiestas. Y, como cada año, se reinaugura los eternos debates: que si la ofrenda fue muy larga, que si la decisión del jurado en los premios de Especial no fue justa, cómo minorar los actos incívicos, qué actos cabe reforzar ... La normalidad (o casi) está en las calles, tras un trabajo concienzudo de los bomberos, comisiones falleras y servicios  de limpieza

Las Fallas de 2024 ha sido de récord y ya han marcado diferencias respecto de la etapa del anterior gobierno del Rialto. Proximidad y participación. Comunión con los ciudadanos. Un detalle no menor. A partir de ahora, el gobierno de Catalá diseñará unas fallas de 2025 que debe recoger lo bueno de etapas anteriores e incidir en los pequeños pero interesantes cambios que ya se han vivido. La participación de buena parte del Ejecutivo de la Generalitat, empezando por el  presidente Mazón, también ha contribuido a resaltar una fiesta única, Patrimonio de la Humanidad desde 2016.

La cremà de la falla municipal abrió paso a la primavera. Un fuego largo devoró a las dos palomas que simbolizaban la paz.  Una falla que ha generado controversia por la polémica escena de cuatro subsaharianos encaramados a la valla de la mascletà.  La situación llegó a hasta tal punto que, su ideólogo, el artista urbano valenciano Escif,  se vio poco menos que forzado a dar explicaciones y pedir disculpas a los ofendidos.

Para que no haya dudas,  los "ninots" de los migrantes no fueron pasto de las llamas. Los servicios municipales los retiraron antes la cremà. Indultados de las llamas, serán recuerdo de unas fallas que de nuevo han roto todas las marcas de visitantes. Un millón de personas han visitado Valencia. Empiezan ya las Fallas de 2025.