| 28 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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De derecha a izquierda: Ginés Marco Perles, José Luis Sánchez García, Miguel Navarro Sorní y Juan Mª Díez Sanz.
De derecha a izquierda: Ginés Marco Perles, José Luis Sánchez García, Miguel Navarro Sorní y Juan Mª Díez Sanz.

Julián Marías y el método de la «razón histórica»

Gracias al método descubierto por Ortega, Julián Marías hace inteligible la realidad histórica no sólo de España, sino, también, de Hispanoamérica, Europa y Occidente.

| Redacción Valencia Edición Valencia

La Cátedra Fides et Ratio de la Universidad Católica de Valencia, ha celebrado el X Congreso internacional Julián Marías: el método de la «razón histórica». En la clausura, José Luis Sánchez García, Vicario de Cultura de Valencia y director del congreso, indicó que “la razón o tiende a la realidad y se verifica como verdad o se convierte en irracional: sentirse como un rico en un cuerpo de pobre no permite elevar el sentimiento a razón ya que la realidad nos mostrará que nuestra identidad permanece inalterada”.

En otro momento de su intervención indicó que “cada verdad singular es insuficiente, tiene que estar en coherencia con otras verdades. La verdad solo lo es en forma de sistema”.

José Luis Sánchez García, Vicario de Cultura de Valencia y director del congreso

La apertura del congreso corrió a cargo de Ginés Marco Perles, Decano de la Facultad de Filosofía, Letras y Humanidades de la UCV, que afirmó que “las grietas y crisis en las que se encuentra la razón, hacen necesario, más que nunca, profundizar en una metodología donde la razón tienda hacia la verdad”.

En el congreso participaron desde Harold Raley, hispanista que ha hecho posible que Julián Marías se conozca en Estados Unidos, pasando por el Jaime Olmedo, de la Real Academia de la Historia, junto al filósofo malagueño Ángel Salmerón Rodríguez-Vergara y el también filósofo e historiador madrileño Enrique González Fernández; participó también Miguel Navarro Sorní, catedrático de la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Valencia, y el filósofo  Juan Mª Díez Sanz, como secretario. 

Al término del congreso, el director del mismo, D. José Luis Sánchez García, dio a conocer las conclusiones:

  1. Las grietas y crisis en las que se encuentra la razón, tienen necesidad de ser auxiliadas por métodos como la razón histórica que ayudan, desde Ortega y Marías, a profundizar en una metodología donde la razón tiende a la realidad.
  2. La historia para Julián Marías permite la comprensión de lo humano, ya que el pasado gravita sobre el presente y nos orienta hacia el futuro.
  3. La eliminación de la historia es devastadora para todas las disciplinas, automáticamente rebajadas, sobre todo en su nivel de inteligibilidad. La consecuencia más grave es que produce un efecto de desorientación radical en la persona.
  4. El presentismo es antihistórico: no se puede juzgar el pasado con categorías del presente.
  5. Gracias al método descubierto por Ortega, Julián Marías hace inteligible la realidad histórica no sólo de España, sino, también, de Hispanoamérica, Europa y Occidente, en general.
  6. La realidad no se agota en mi interpretación pues hay distintas perspectivas con distintas interpretaciones posibles. Desde la razón vital del hombre y la mujer, una misma realidad tiene afirmaciones distintas, verdaderas y complementarias.
  7. Cada verdad singular es insuficiente, tiene que estar en coherencia con otras verdades. La verdad solo lo es en forma de sistema.
  8. La razón o tiende a la realidad y se verifica como verdad o se convierte en irracional: sentirse como un rico en un cuerpo de pobre no permite elevar el sentimiento a razón, ya que la realidad nos mostrará que nuestra identidad permanece inalterada.
  9. La historia es la razón humana, la forma concreta de la vida, de la persona y de los pueblos. Cada situación histórica, dice Marías, procede de las anteriores, pero además posee una radical innovación, de modo que no es una mera evolución previsible, sino que es el reino de la libertad.
  10. La perspectiva cristiana ha supuesto una novedad histórica, de tal modo que la inteligibilidad de la realidad ha cambiado, haciendo posible que la dignidad de la persona hoy se pueda concretar en el reconocimiento de todos como miembros de la familia humana.