| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar.
El presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar.

El presidente Toni Gaspar tenía cuatro asesores falsos, pero "no lo sabía"

El técnico jurista de la empresa pública declara que el 'yonki del dinero' ordenaba los contratos 'zombi'.

| Sonia García Edición Valencia

El presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, se ha desentendido de los 'zombies' en la antigua Imelsa, empresa pública en la que ocupó el puesto de consejero delegado durante un año, en 2012. Ha explicado que en esa época se hablaba de asesores pero él no contrató ni firmó a ninguno. Sin embargo, cuando estalló el caso Imelsa y al revisar documentación se enteró, para "sorpresa" suya, que tenía asignados cuatro asesores hasta 2014 "sin saberlo" y cuando ya no era ni consejero en la mercantil.

Gaspar ha tenido que acudir este viernes a declarar a los juzgados, en calidad de testigo, por las piezas B y F del caso Imelsa, que suma 25 acusados, entre ellos el expresidente de la Diputación y del PP Alfonso Rus --quien también fue alcalde de Xàtiva, el exsubdelegado del Gobierno en Valencia Rafael Rubio y el exgerente de Imelsa y autodenominado 'yonki del dinero' Marcos Benavent.

Gaspar, testigo propuesto por el ministerio fiscal, ha manifestado que pasó a ser consejero de Imelsa cuando se le nombró portavoz del grupo socialista en la Diputación: "Existía una norma no escrita que decía que el portavoz tenía que ser el consejero de Divalterra", ha señalado.

Preguntado por si por su cargo de consejero le ofrecieron tener asesores, ha dicho que "se hablaba de asesores" pero no ha sabido diferenciar entre Diputación e Imelsa. "Se hablaba siempre de asesores en general, no hubo distinción. Pero a mí nadie vino a ofrecerme nada de asesores en Imelsa", ha manifestado.

Así, Gaspar, quien ha puntualizado que por su cargo como consejero se reunían unas dos veces al año en el Consejo de Administración, ha insistido en que él no nombró a ningún asesor en Imelsa, ni firmó ni buscó "ni nada de nada", ha afirmado. "Nunca nombré a ningún asesor y en 2014 tengo asignados, para sorpresa mía, cuatro asesores, cuando ya no era ni miembro del Consejo de Administración porque me habían cesado", ha relatado, y ha repetido que se enteró de estos asesores tras estallar el procedimiento y revisar documentación. "Lo sé por los acontecimientos", ha dicho. Así, desconocía que Francisco Cañizares, uno de los acusados en el procedimiento que será juzgado en una pieza distinta, le fue asignado como asesor.

Gaspar ha expuesto que cuando entró como presidente de la Diputación no había asesores: "Habían pasado tantísimas cosas... Entré a raíz del cese o dimisión de un presidente -Jorge Rodríguez- en un momento en el que se ponían en tela de juicio los contratos de alta de dirección".

"Entré -ha agregado- y directamente lo que hacemos es buscar una solución para que la empresa vuelva a lo público. El principal problema que teníamos era el concepto de que éramos privados. Y a partir de ahí es cuando se abre un agujero en Imelsa y había que devolver a la empresa y Divalterra al sector público. Todavía estamos recuperando activos pero la empresa ya está disuelta", ha manifestado.

"Los contratos los ordenaba el yonki"

Por otro lado, en esta jornada ha declarado, también como testigo, José Luis Pellicer, uno de los denunciantes del caso Alquería y técnico del departamento jurídico de Divalterra, quien ha aseverado que llegó a Imelsa a finales de 2013 y trabajó como técnico en el área jurídica, sin competencia en materia de personal.

Pellicer ha señalado que se enteró "por la prensa" en 2015 de que había personal contratado en la empresa pública que cobraba y no iba a trabajar. Tras ello, ha aseverado que le llamó a su despacho la exdirectora de Formación y Gestión de Personas de Imelsa, María Escrihuela, y le dijo que "efectivamente" había trabajadores que no acudían a la empresa, que no tenían funciones, no fichaban y no tenían trabajo.

"Me dijo -ha añadido- que eran asesores de personal eventual. Para mí fue algo nuevo. También me dijo que las contrataciones las ordenaba el gerente, Marcos Benavent", a lo que le respondió -según ha reproducido- que la empresa no podía tener asesores. "No recuerdo qué me contesto", ha aseverado. Sin embargo, Escrihuela, en su declaración en el juicio, aseguró que no detectó que en Imelsa hubiera trabajadores que no trabajaban: "Si me lo hubieran comentado, hubiera abandonado mi puesto de trabajo", declaró.