Ruptura total en Les Corts con Ximo Puig apelando a la "cohesión social"

El parlamento valenciano deja una imagen más que cuestionable con una sesión de control marcada por las interrupciones, acusaciones, subidas de tono, insultos y gritos, entre muchas otras actuaciones impropias de unos representantes políticos. Algo similar a un “patio de colegio” donde cada diputado intentaba aprovechar la mínima oportunidad para tener su “minuto de oro”. 

Este desenfreno más asociado a los jóvenes ha requerido la intervención constante del presidente de la Cámara Enric Morera: Hasta en tres ocasiones advirtiendo al diputado 'popular' Rubén Ibáñez por entorpecer las intervenciones, rozando incluso la expulsión; otra para atender las reivindicaciones de la portavoz de Vox, Ana Vega, la cual exigía retirar del diario de sesiones las palabras en las que el síndic de Compromís, Fran Ferri, acusa al partido de Abascal de ser “los responsables políticos del aumento del machismo, la xenofobia, la lgtbfobia, y el racismo”; además de actuar como mediador para imponer orden y serenidad en Les Corts teniendo que parar el minutaje durante la intervención de Ximo Puig, movimiento que también ha sido criticado por la oposición. 

En definitiva, multitud de riñas en las que los miembros de Ciudadanos permanecían como meros observadores privilegiados de lo que estaba aconteciendo intentando pasar desapercibidos. No obstante, existen algunos elementos importantes que podrían servir para contextualizar el porqué de toda esta tensión política. Por un lado, el nombramiento de Carlos Mazón como líder del PPCV y su decisión de prescindir de todo el equipo de Bonig en la nueva Dirección ha podido incentivar a algunos diputados ‘populares’ para demostrar su valía ante el nuevo “jefe” alicantino. Asimismo, con esta sesión de control se cerraba el actual curso político hasta el mes de septiembre, por lo que resultaba importante acentuar las diferencias políticas en un entorno marcado por la amenaza del adelanto electoral. A todo ello se le suma también una serie de polémicas que ningún grupo parlamentario quería dejar pasar para intentar “sacar tajada”. 

Caso Azud

Una de ellas ha sido la vinculada a la decisión del portavoz socialista, Manolo Mata, de reunirse y participar en la codefensa del presunto cabecilla de la trama Azud, el empresario Jaime Febrer, actualmente en prisión junto con el ‘popular’ Alfonso Grau y el socialista Rafael Rubio. Al respecto, las críticas más duras han llegado del bando del PP, donde han recordado que el síndic tuvo que ser “pillado” en la cárcel de Picassent para conocer cuáles eran sus intenciones y reprochan a Ximo Puig que la pasividad ante tal maniobra del portavoz sólo demostraría que “está a gusto con la situación”. Aunque, por su parte, el jefe del Consell no tiene “ninguna información” sobre su presunta investigación en el marco de la trama de corrupción urbanística. 

La propia Mónica Oltra ha salido en defensa del Gobierno valenciano haciendo hincapié en que el caso Azud investiga una trama de corrupción que se remonta a la etapa de Rita Barberá al frente de la alcaldía de Valencia. “En la causa se pondrá a cada uno en su sitio respecto a la responsabilidad penal, pero lo que está claro es que los amos eran los que estaban al frente de la alcaldesa: Rita Barberá y Alfonso Grau”, explica la vicepresidenta.

“Cohesión” frente a la “improvisación”

Otro de los objetos de debate ha sido la cumbre valencianobalear celebrada en Mallorca los días 5 y 6 de julio para estrechar vínculos sociales, económicos y culturales entre territorios. Un encuentro que, según Vox, podría definirse como “cumbre pancatalanista” y que desde el PP se ha visto como “otro recurso” de Ximo Puig para “huir de la improvisación en su gestión”. Lejos de evitar la controversia, el presidente de la Generalitat se ha propuesto desmontar el “hilo de Fakes” de los partidos de derecha, también en materia de infrafinanciación y sanidad.

Respecto a la supuesta “improvisación” en las medidas sanitarias, Puig defiende que su gestión se ha basado en la adaptación a la pandemia siguiendo el protocolo de los expertos, huyendo así del populismo y del negacionismo, “que eso sí que mata vidas”. En este sentido, ha pedido "cohesión social y prudencia" mientras se confía en la “vía valenciana” para superar la pandemia hasta lograr la inmunización masiva. “Teníamos claro que la mayor movilidad y la apertura del ocio nocturno haría aumentar los contagios. Ahora mismo, estos se están concentrando en las personas que no están vacunadas y por ello pido a los jóvenes un pequeño esfuerzo en la recta final”, defiende Puig. 

Aprovechando este momento, ha anunciado que la velocidad en el proceso de inmunización permitirá adelantar en una semana la vacunación en los jóvenes de entre 20 y 29 años, que recibirán la dosis la primera semana de agosto.

Infrafinanciación

En materia de infrafinanciación ha vuelto a recurrir a la “cohesión” como forma de convivencia bajo el “convencimiento de poder tejer complicidades”. Así, en todas sus respuestas ha hecho hincapié en el diálogo y la necesidad de consensuar acuerdos con el PP para que salga adelante el nuevo modelo. “Hay que buscar compromisos que se puedan cumplir y necesitamos mayoría en el Consejo de Política Fiscal y el el Congreso”, manifiesta Puig. En esta línea, ha pedido "persistir" y "ser consistentes" sin "descartar nada en absoluto, ni movilizaciones ni todo lo que se pueda hacer teniendo en cuenta la eficacia de las acciones". 

Por su parte, el síndic de Compromís, Fran Ferri, ha intentado matizar las palabras de Puig destacando que no es "imprescindible" consensuar el cambio del modelo de financiación autonómica con el PP, ya que "ha dejado claro que es parte del problema" puesto que su líder, Pablo Casado, "quiere una reforma que perjudica a los valencianos".