El Valencia enseña al Villarreal el camino de Segunda

Por fin un día tranquilo. Buena parte de la parroquia valencianista se habrá manifestado en esos precisos términos al abandonar el feudo valencianista. Y el Valencia trabajó, hoy sí, desde el primer instante para que así fuera. Ya con tres minutos consumidos ponía tierra de por medio pese al error del asistente levantando el banderín tras una infracción lateral botada por Parejo, y en la que ni Coquelin al peinar ligeramente ni Diakhaby que cabeceó a gol estaban en posición antirreglamentaria. Indispensable resulta el VAR si la frecuencia de errores del trío arbitral es tan constante como estamos comprobando últimamente.

El Villarreal hacía gala de la mandíbula de cristal que este año le caracteriza, concediendo sólo cinco minutos más tarde una buena ocasión que su meta Asenjo salvaba in extremis ante Cheryshev. Después únicamente podría oponer algún tramo de posesión de balón de lo más inocuo, nunca aparejada a la verticalidad o la profundidad. En ese escenario, como es lógico, el Valencia crecía y se sentía cada vez más cómodo. Un extraordinario derechazo de Parejo desde casi treinta metros  después de hacer la pared con Santi Mina se estrellaba contra la mismísima cruceta ante un Asenjo que sólo acompañó al esférico con la mirada. Al borde del intermedio, el preludio de la sentencia estaba servido. Por contra, tímidos acercamientos protagonizados por Pedraza o Ekambi no lograban inquietar a Neto.

Dentro de ese contexto de conjunto vulgar que acompaña a los de Luis García Plaza, aún restaba el instante de su claudicación definitiva. Ésta estuvo a punto de producirse con la internada de Cheryshev que Santi Mina envió a la madera tras un peculiar remate en giro, pero la particularmente catastrófica salida de balón amarilla iba a propiciar que Parejo, de forma aparentemente sencilla, recuperara el cuero en la frontal del área rival para asistir a Cheryshev y que éste marcara cruzando frente a la salida del propio arquero palentino Sergio Asenjo (min. 52). El hispano-ruso no festejó un tanto que supuso la tumba en el enfrentamiento del que a día de hoy es el club al que pertenece

Rodrigo y Soler continuaban poniendo a prueba el marco de un cuadro visitante ya totalmente desarbolado. Ya con la relajación propia de quien se sabe vencedor, el Valencia realizó sus primeras concesiones de la noche. Pero ni por esas. Álvaro marraba ante Neto tras una jugada a balón parado y, ni siquiera, el otrora gran artillero Carlos Bacca generaría peligro pese a quedarse en posición franca frente al cancerbero brasileño.

Por si fuera poco, la impronta que el joven Ferran Torres viene dejando de un tiempo a esta parte en todas y cada una de sus apariciones resultaría una vez más altamente productiva, ya que el cabezazo que Rodrigo conectó a las mallas en los últimos minutos debe de brindarle la confianza necesario para encara una vuelta ante el Getafe de lo más complicado y en la que los goles son perentoriamente necesarios. A buen seguro, los azulones no se parecerán en nada a un desangelado Villarreal que, hoy por hoy, es claro candidato a la Segunda División.