| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Carlos Mazón, presidente de la Diputación de Alicante
Carlos Mazón, presidente de la Diputación de Alicante

La Comunitat: el cambio que asoma

El cambio que viene no orbita únicamente en la crítica a la nefasta gestión de la crisis en toda su dimensión, lo hace también en el terreno de la esperanza asentada en la voluntad de mejora

Alcanzamos el ecuador de la legislatura autonómica y las fronteras del mapa político empiezan a delimitarse. Mientras Ciudadanos se desangra en todas las encuestas, a estas horas ni siquiera una bajada de la cláusula de barrera del cinco al tres por ciento garantizaría su entrada en el hemiciclo. El siguiente segmento en intención de voto lo ocupan Unidas Podem y Vox, esta última fuerza política con tendencia moderada al alza; y la primera, a la baja.

Mientras Populares y Socialistas refuerzan su hegemonía al frente de sus respectivos bloques influidos ciertamente por una propensión general a la subida del Partido Popular. El viento parece haber cambiado, ahora queda por saber si este soplo de aire será suficiente o no para que se produzca el cambio político.

El PP viene trabajando para llegar con los deberes hechos, la renovación de los tres organigramas provinciales sumado a los congresos locales impulsados por el presidente Vicent J. Mompó suponen un refuerzo de las estructuras del partido, que ahora se verá complementado con el acceso a la dirección del PPCV del presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, cuya solvencia al frente de la corporación provincial dotará de una proyección institucional y de gestión al proyecto afianzando una alternativa con vocación de gobierno.

El cambio que asoma nace de la aparición en los sectores productivos de un instinto de supervivencia que ha vencido la tradicional neutralidad de sus interlocutores con el poder ante las arbitrariedades y abusos a los que están siendo sometidos.

Tiene poso en la conexión de la idea de libertad confrontada a las asfixiantes restricciones y cargas impositivas de los gobiernos de la izquierda, que se permiten además el lujo incluso de criminalizar a los ámbitos generadores de riqueza tales como el turismo, la hostelería, el ocio o el comercio en general.

El cambio que viene no orbita únicamente en la crítica a la nefasta gestión de la crisis en toda su dimensión, lo hace también en el terreno de la esperanza asentada en la voluntad de mejora latente en miles y miles de valencianos, que han superado y reinventado frente a las adversidades vividas y no se resignan a lamentarse al amparo de un discurso oficial que cada vez más hace aguas por todas partes.

La Comunitat Valenciana precisa de una alternativa política que supere el estadio de la crítica y tenga desde un posicionamiento valiente y decidido un rumbo: potenciar y conectar con las virtudes de todo ese capital humano que ha hecho de la superación de las adversidades su tránsito vital.