| 03 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, Yolanda Díaz, saluda al recién nombrado presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, Yolanda Díaz, saluda al recién nombrado presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Sánchez miente a sabiendas

El PSOE va a gobernar por el miedo que ha calado en muchos a un gobierno de la derecha, no por amor a la izquierda y aún menos a los socios que se ha buscado

| Fernando Ferrando Edición Valencia

Pedro Sánchez mintió, una vez más, en su discurso de investidura. Dijo que el Consell de Mazón ha rebajado el presupuesto de Sanidad, ha incrementado el número de asesores y ha bajado los impuestos a los más ricos. Todo mentira.

Si hubiese dicho una mentira, podría pensarse que está mal informado. Pero siendo tres, es más fácil creer que lo hizo a mala leche, con la única intención de extender la leyenda negra en la que basa todo su discurso político. A saber, que el PP gobierna para los ricos, deja en la estacada a los necesitados y elimina derechos sociales. Ese es el mensaje de toda la izquierda española y por más que los hechos lo desmientan, ellos siguen erre que erre con su cantinela. Y lo malo es que les funciona. El PSOE va a gobernar por el miedo que ha calado en muchos a un gobierno de la derecha, no por amor a la izquierda y aún menos a los socios que se ha buscado.

 

Sánchez sabe que sus tres mentiras se desmentirán en la Comunidad Valenciana, pero en el resto de España nadie se ocupará de hacerlo. El saldo le sale positivo y siendo como es él, para quien la diferencia entre la verdad y la mentira no tiene nada que ver con la realidad, sino con su conveniencia, miente y se queda más ancho que largo.

Pero la realidad es la que es: el Consell de Mazón ha aprobado el presupuesto de Sanidad más alto de la historia de la Comunidad, ha reducido el número de asesores y ha aprobado deducciones fiscales a todas las rentas incluidas las más bajas. Y todo eso sin la más mínima merma de derechos sociales.