El nacionalismo ahora monta una campaña orquestada contra una firma valenciana

La decisión de la cooperativa valenciana Consum de eliminar el valenciano en el etiquetado de sus productos de marca blanca sigue siendo objeto de veto y distorsión por parte de los sectores vinculados al nacionalismo catalán. 

Al día siguiente de que altos cargos del Consell, asesores, diputados y senadores vinculados a Compromís, arremetieran contra la empresa por dejar de etiquetar dichos productos en valenciano, la  plataforma 'Change.org' inició una campaña de firmas, promovida por la usuaria catalana  Inma Molina, para que la cooperativa use el valenciano en el etiquetado. Casi conjuntamente, cargos públicos vinculados a las Consellerias de Educación y Cultura y  Economía (en poder de Compromís) iniciaban conversaciones con la cooperativa para aconsejarles que rectificara en su decisión y siguiera etiquetando la marca blanca en castellano y en valenciano.

Teniendo en cuenta que Consum es una empresa privada que está en su derecho de etiquetar sus productos como considere oportuno y que una firma en "Change.org" sirve para muy poco a la hora de  presentar cualquier documento a modo de reclamación (el campo DNI no es uno de los requeridos en la plataforma a la hora de firmar ni en muchos casos figura el nombre completo y real del firmante porque el acceso se hace a través de Facebook), la presión y el veto que se está ejerciendo obedece a un intento de politizar una decisión empresarial, muy alejada a la postura real  de la cooperativa. 

La compañía niega que haya abandonado su compromiso con el valenciano. Es más desde que se fundó siempre ha apostado por la lengua valenciana (a diferencia de otros supermercados valencianos) manteniéndola desde sus inicios en sus diferentes soportes. Así, en las comunidades bilingües donde opera  va a seguir manteniendo el uso de la lengua local en la cartelografía de los centros, los folletos, el material promocional, así como en la revista que remite a sus socios, cuyo idioma es elegido por estos al darse de alta en la base de datos de la empresa.

Una empresa privada con 3 millones de socios y 14.000 trabajadores

Con tres millones de socios-clientes y 14.000 trabajadores, Consum es la  mayor cooperativa del arco mediterráneo español, con más de 700 supermercados, entre propios y franquiciados —con marca Charter—, distribuidos principalmente por la Comunidad Valenciana, además de Cataluña, Murcia, Castilla-La Mancha, Andalucía y Aragón. El supermercado, además, siempre ha apostado por vender y promocionar de productos de calidad de empresas agroalimentarias valencianas.

Justo el día que fue objeto de los ataques de boicot en las redes sociales por sectores nacionalistas, aprobó una subida salarial del 1,5 % para los 14.000 trabajadores de su plantilla, que se benefician de este incremento desde este mes de febrero. Una medida en la que Consum invertirá más de 4,5 millones de euros, ya que el salario de una persona que empieza a trabajar, pasa de 13.266,93 euros a 13.465,94 euros anuales.

Si a esto unimos que es una de las pocas empresas valencianas que ha recibido el distintivo ‘Igualdad en la Empresa’ que concede el Ministerio de Igualdad por aplicar políticas de igualdad de trato y de oportunidades a sus trabajadores y por propiciar la incorporación de más mujeres a puestos de responsabilidad (un 57,8%), es lógico pensar que ciertos sectores han querido politizar la decisión  y no la compañía, que simplemente se dedica a vender productos y quiere potenciar a nivel nacional los productos de la marca propia Consum.  Además, solo el 5% de los productos de esa marca blanca aparecen, de momento, sin la denominación en valenciano, mientras que el resto continuarán haciéndolo o no dependiendo de su rediseño.