El lío de Podem que lleva camino de convertirlo en caballo de Troya del Consell

Las declaraciones del taimado portavoz del PSPV-PSOE en Les Corts, Manolo Mata, hay que leerlas entre líneas, poniéndoles capas, como si utilizáramos el programa de retoque Photoshop. En su doble faceta de avezado político y abogado, profesiones que desarrolla ambas a la par, es un consumado experto en restar importancia a las heridas propias y tratar de devolver la presión al contendiente.

Si le preguntan, como este martes, por la renuncia del vicepresidente segundo Rubén Martínez Dalmau y las cuitas internas de Podem y contesta que "hay que acostumbrarse a la pluralidad, que ha venido a quedarse", y reconoce que "es difícil de gestionar", la situación debe resultar especialmente complicada con Pilar Lima, portavoz, coordinadora y ostentadora de todos los cargos que de más alto rango existan en la filial valenciana de Podemos.

Cuando, además, Mata utiliza la habitual táctica de azuzar al rival para desviar la atención, significa que los recursos para justificar lo que ocurre se le van terminando. Sobre todo si en este caso habla de crisis en la Diputación de Alicante por la marcha de un diputado del PP que es de la máxima confianza de su presidente, Carlos Mazón, y que ha dejado el puesto para ascender en el escalafón político a portavoz en la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP). Como ha sido el caso del alcalde de Finestrat, Pérez Llorca.

Si el síndic de Compromís, Fran Ferri, se limita a afirmar que "es una cuestión orgánica. Espero que eso no acabe afectando al Botànic" con ese atisbo de duda, refleja que no tiene nada claro por dónde va a derivar la situación.

Si Rosa Pérez, consellera y coordinadora de EU, que hasta ahora se limitaba a disfrutar de su conselleria, da un toque de atención a su homóloga en Podem, socio de coalición de la propia EU,  revela que el tema está que arde. "Nosotros desde EU lo que queremos es un funcionamiento de la coalición que se haga en términos democráticos, donde las decisiones se tomen colectivamente y donde se aborden entre las dos organizaciones políticas", ha afirmado. Si deja caer falta de democracia, la acusación que más duele entre partidos de izquierdas, eso significa que se ha tensado con Pilar Lima.

Y si las palabras más suaves le llegan de la oposición, del PP, de una declaración de Eva Ortiz en sus últimas horas de portavoz parlamentaria, asegurando que "cada uno tiene que arreglar sus situaciones en sus partidos y cuando le corresponden" -algo que suena a introspección en su propia formación- y le desea "suerte", eso equivale a que desde las filas populares huelen que el Consell tiene visos de sufrir la penetración de un auténtico caballo de Troya -intruso destructivo-. Prefieren no arremeter contra Podem con la esperanza de que la herida se agrave.

En poco más de un año que lleva como coordinadora en el cargo, Lima ha conseguido cargarse a las dos principales figuras institucionales de su partido: a la portavoz en Les Corts, Davó, y al vicepresidente segundo. Además, ha generado una sensación de inseguridad en el ejecutivo que le viene por parte del partido más insignificante, el que menos diputados aporta, el que tiene las consellerias de relleno.

PSPV y Compromís comienzan de verdad a sentirse incómodos. Con Naiara Davó y con Martínez Dalmau tenían hasta química. Con Lima dan la sensación de que no saben por dónde les va salir en cada momento. De que les genera desconfianza. Y como advertía el filósofo francés René Descartes, "es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez" y Lima lo ha venido haciendo desde que prometió que no removería a Davó de su cargo de síndica.