Ni fumar, ni beber, ni 'llenarse' a comer: trucos para seguir con voz en fallas

Con la llegada de la semana fallera, la fiesta, la música, los conciertos y las verbenas se intensifican en todas las comisiones de Valencia y alrededores. Así pues, tras las largas noches falleras, muchos valencianos suelen presentar una ligera afonía debido a los 'excesos' de una noche de fiesta. Sin embargo, según Carmen Castillero Romero, logopeda del Hospital de Manises, esto se puede evitar. 

¿Cómo? se estarán preguntando. El sacrificio es duro, pues todo aquel fallero o fallera que quiera conservar su voz intacta durante las fallas deberá de no fumar; moderar la comida y la bebida; evitar consumo de sustancias tóxicas y reconocer los límites de nuestras cuerdas vocales para no forzarlas. 

Carmen Castillero Romero, explica, en un comunicado, que el reflujo gastroesofágico, que consiste en la subida de contenido del esófago y estómago hasta la garganta, participa en la génesis de muchos problemas de las cuerdas vocales, entre los que destacan el carraspeo, la tos o la perdida de tono de voz. Las cenas copiosas, acostarse con el estómago lleno y el consumo de alcohol son factores que lo favorecen.

Del mismo modo, los ambientes ruidosos, con mucha gente hablando a la vez en locales cerrados o con música alta nos hacen elevar la voz de forma inconsciente. Forzar la voz, reír a carcajadas o chillar son acciones que provocan que las cuerdas vocales se golpeen entre ellas y se inflamen.

Por ello, para cuidar la voz durante las Fallas aconseja mantenerse correctamente hidratado bebiendo suficiente agua; evitar tomar bebidas o muy frías o muy calientes; descansar correctamente, en la medida de lo posible; evitar comidas muy copiosas; evitar estar muy cerca de zonas polvorientas; no hablar por encima de los demás ni del ruido ambiental; no susurrar ni carraspear y hablar con un volumen moderado. Así pues, hay que tratar de hablar cerca de nuestro interlocutor, alejados del ruido y recuerda que el tabaco y otras drogas fumadas o inhaladas, incluso sin abuso crónico, inflaman las cuerdas vocales, lo que altera la voz.

 "Las dolencias más frecuentes que presentan algunos falleros suelen sen disfonías funcionales o también disfonías congénitas como nódulos o pólipos que dan la cara tras el disfrute y algunos abusos de estos días", señala la logopeda. No obstante, resalta que el paciente es "cada vez más consciente de los problemas en la voz y por eso las consultas suelen ser más frecuentes después de las fiestas falleras"