Prevenir la violencia a través de la empatía hacia los otros animales

Hace unos días finalizó un curso dirigido a profesorado “Prevención de conflictos en el aula mediante la empatía hacia los animales”.

La intención de este curso era dar a conocer las distintas formas en que, sin siquiera tener intención de hacerlo, dañamos y condenamos a una vida de sufrimiento a los otros animales y ofrecer las herramientas necesarias para prevenir la violencia hacia los animales, previniendo también así otras formas de violencia.

Porque hay numerosos estudios que apuntan a que frenar la violencia hacia los animales podría ayudar a cambiar las tendencias violentas de los seres humanos antes de su evolución hacia violencia interpersonal.

Sólo por poner un par de ejemplos, según The human society of the United States (2011) existen estudios que indican que las relaciones positivas con animales predisponen favorablemente a relaciones positivas con humanos.

Del mismo modo, existen trabajos que asocian antecedentes de crueldad con animales a delincuencia y criminalidad.

“Detectamos una coexistencia de la violencia interpersonal y maltrato a animales en un 93,33% de los casos” (Querol, y otros, 2014). Referido a un estudio de 46 mujeres víctimas de violencia machista.

Durante el curso, en que participaron 15 ponentes de diversos ámbitos (educación, veterinaria, derecho, cuerpos de seguridad,…) se trataron aspectos tan relevantes como los derivados de las teorías y estudios de la convivencia con los animales, la etología de los animales considerados de compañía, las leyes que amparan a los animales y diversos programas aplicables al ámbito educativo en sus distintos niveles.

El curso finalizó con la visita al refugio municipal de Valencia, donde los y las docentes participantes pudieron conocer, de primera mano, además de la vergonzosa situación de las instalaciones, la tremenda realidad del abandono de animales, que la mayoría de nuestros ayuntamientos pagan con nuestros impuestos a empresas para que exterminen a los animales abandonados y el gran trabajo que hacen, de forma altruista, las entidades de protección animal.

Las valoraciones del curso han sido muy positivas y hay docentes que ya han puesto en práctica algunas de las propuestas con resultados muy interesantes y algunos incluso reclaman más sesiones y talleres.

Estos cursos, que cada vez están siendo más demandados, reflejan una mayor sensibilidad en el trato hacia los no humanos y la necesidad de adquirir herramientas para poder integrar este nuevo enfoque en la tarea docente.

Porque si queremos evolucionar como sociedad, no podemos seguir asumiendo como válidas premisas que implican la discriminación y sufrimiento de otros, y menos aún, ni siquiera cuestionarlas. Y la escuela juega un papel fundamental en el avance social, no sólo a la hora de integrar el conocimiento, si no a la hora de fomentar el pensamiento crítico.

Una sociedad que tiene como objetivo erradicar cualquier tipo de violencia, no puede ignorar a aquellos de los que sólo nos separa la especie pero que, como las personas, son capaces de sentir y sufrir."