El Transcantábrico cumple 40 años

El Transcantábrico podría considerarse un hotel de lujo sobre raíles, con el encanto del siglo XX y la tecnología y confort del XXI. Supone un viaje en el tiempo, en el que disfrutar de las vistas y la gastronomía.

A lo largo de estas cuatro décadas, el Transcantábrico ha favorecido que se conozcan paisajes, pueblos y monumentos del norte de España, lo que ha contribuido al desarrollo turístico de la zona.

La temporada 2023, que ha comenzado esta Semana Santa, volverá a recorrer los paisajes más espectaculares de la Cornisa Cantábrica para ofrecer un viaje de ocho días (siete noches) entre San Sebastián y Santiago de Compostela, en ambas direcciones. Las localidades intermedias en las que se realiza parada y visita son Carranza, Santander, Cabezón de la Sal, Llanes, Oviedo, Luarca y Viveiro. El tren ofrece además viajes ‘mini’ de 4 días (3 noches) entre San Sebastián y Oviedo.

Planes a bordo y en tierra durante el trayecto

El actual Transcantábrico Gran Lujo cuenta con 12 vagones, de los que 7 son coches cama, con un total de 14 suites. El resto son salones, comedor, bar, pub y cocina. Todo ello para un máximo de 32 viajeros que quieran disfrutar, con todo lujo de detalles de un viaje inolvidable y con unas vistas espectaculares, teniendo en cuenta que los ventanales de los vagones son panorámicos.

Como si de un crucero se tratara, en cada una de las localidades de destino, el viajero puede “desembarcar” y visitar la ciudad durante un tiempo.

Por la noche, se puede disfrutar de actuaciones en directo o baile a bordo, aunque como el tren permanece parado en la estación durante la noche, el viajero puede optar por ir a dar un paseo por el pueblo o ciudad.

Durante todo el trayecto se puede disfrutar de la mejor gastronomía gallega, asturiana, cántabra y vasca, territorios de reconocida tradición culinaria. Y todo ello, regado con los mejores vinos de las denominaciones de origen vinícolas del norte de España.

El primer Transcantábrico no recorrió la cornisa cántabra

El primer viaje del Transcantábrico se realizó a finales de julio de 1983 entre León y Matallana de Torío. El nombre del tren se inspiró en la obra homónima del escritor leonés Juan Pedro Aparicio, que relataba un viaje del Hullero, el antiguo tren de pasajeros que circulaba diariamente entre León y Bilbao por la histórica línea de La Robla, creada originariamente para transportar carbón de las cuencas leonesas y palentinas hasta las factorías siderúrgicas bilbaínas.

Para la construcción del Transcantábrico se rescataron y remodelaron para adaptarlos al nuevo uso coches antiguos, algunos de gran valor histórico, que estaban almacenados en talleres y hangares.

En estos 40 años, ha realizado 1.511 salidas de ocho días de duración cada una, con un total de 60.510 pasajeros (80% de ellos del ámbito internacional) y 10.577 pernoctaciones a bordo del tren.

Otros trenes de lujo

Si te apasiona viajar en tren de lujo, tienes algunos otros en diferentes zonas europeas como el Al-Andalus, que recorre el sur de España; El Glacier Express, que cruza los Alpes Suizos; El Arctic Train, en el que perseguir las auroras boreales del norte, que va desde el mar báltico al Océano Atlántico, recorriendo Finlandia, Suecia y Noruega; El Orient Express que recorre Londres, París, Verona y Venecia; El Belmond Royal Scotsman, que recorre algunas de las más bonitas ciudades escocesas; Y Le Grand Tour France, que recorre Francia en diferentes trayectos.