| 06 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Andaventur, empresa de turismo activo en Granada
Andaventur, empresa de turismo activo en Granada

¿Eres turista o viajero?

Aumenta el número de personas que buscan un viaje diferente en sus vacaciones, aunque esto suponga salir de su zona de confort, y las razones son muy variadas.

| Victoria Peñalver Viajar

Viajar conlleva infinitas experiencias en un sinfín de posibles destinos. Hay quien prefiere repetir una y otra vez el mismo plan en vacaciones y otros que se lanzan a conocer nuevos planes o a realizar actividades diferentes. Todo depende del viajero al que se le pregunte.

Si bien hasta hace unos años, la idea de viajar estaba especialmente relacionada con la relajación y el descanso, el afán por romper con la rutina y descubrir otras culturas ha impulsado que los turistas se lancen cada vez más a la aventura y busquen salir de su zona de confort en la preparación o durante el viaje.

No es lo mismo ser turista que viajero

Los hábitos están cambiando no solo respecto a la elección del destino sino también en cuanto a la organización del viaje, pues cada vez más, el viajero depende menos de las agencias tradicionales y organiza él mismo sus viajes a través de portales de Internet. No valoramos que esté bien o mal; es solo un hecho.

Por otro lado, cada vez más, se demandan destinos relacionados con la naturaleza, en los que vivir experiencias únicas, lejos de lugares concurridos y saliendo de nuestra rutina tanto diaria como vacacional. También, se buscan viajes más sostenibles y responsables con el medio ambiente. Muchos ‘turistas’ han pasado a ser ‘viajeros’.

En este sentido, la agencia de viajes online, eDreams, ha analizado las preferencias de los viajeros en una encuesta en la que han participado 10.000 personas de Europa (España, Francia, Alemania, Italia, Portugal, Suecia y Reino Unido) y Estados Unidos.

Americanos y españoles, los más aventureros

Los viajeros españoles somos los más aventureros de Europa y los segundos del mundo, tan solo por detrás de los estadounidenses. Más de tres cuartas partes de los mil españoles encuestados, confiesa haber salido de su zona de confort en sus viajes o prevé hacerlo en breve. Los menos interesados en este tipo de viajes son, según este estudio, los británicos, seguidos de los alemanes y los suecos.

En cuanto al rango de edad, según los resultados globales, los jóvenes de entre 25 y 34 años son los más abiertos a vivir más experiencias (82 %) frente a los adultos mayores de 65 años, a los que no apetece tanto (41 %).

Por último, los hombres se sienten más seguros lanzándose a la aventura en sus viajes, aunque la diferencia no es muy grande respecto a las mujeres (71 % ellos vs 64 % ellas).

¿Qué convierte al turista en viajero aventurero?

Para cada uno de nosotros, la línea que diferencia un viaje habitual de una aventura puede ser muy diferente. Cada uno podrá soportar un ‘umbral aventurero’ diferente, dependiendo de la situación personal y familiar, la edad, el momento vital, el tipo y los compañeros de viaje, el presupuesto, etc. Lo que para uno supone un paseo, para otro puede significar la experiencia de su vida. Hay quien puede viajar sin haber preparado y contratado las noches de hotel o el vuelo de vuelta, mientras que a otros les daría un infarto si no tuvieran realizada una reserva de un restaurante o comprada la entrada de un museo. Hay quien considera una aventura el hecho de viajar solos, y otros que catalogan como aventura viajar con la familia y convivir con los suegros y cuñados, durante la mayor parte del día en el viaje. Están los que ya ven una aventura en el hecho de no facturar siquiera una maleta y conformarse con meter todo en un ‘trolley’ de 10 kg, mientras que, a otros, llevar esta maleta en cabina o una simple mochila es más que suficiente. El hecho de tenernos que poner vacunas especiales para ir a determinados lugares del mundo también podría ser otro factor. Y, por supuesto, el tipo de actividad a realizar en destino. Claro que, en ese sentido, cada uno tendrá su propio ‘termómetro de adrenalina’.

En el estudio, han sido los propios encuestados los que han marcado las directrices para considerar un viaje como una aventura. Los aspectos concretos que los españoles marcaron como determinantes para que un viaje se salga de los estándares habituales han sido la improvisación durante el viaje como el principal elemento (30 %); la necesidad de aprender técnicas de supervivencia (18 %); el hecho viajar solo (15 %); y el requisito de desprenderse de lujos (13 %).

Los resultados españoles muestran que el 25% de los mayores de 65 años consideran que viajar solos es un factor decisivo a la hora de considerar un viaje como aventura, mientras que los jóvenes de 35 a 44 años, más acostumbrados a ello, no lo ven tan determinante. Solo el 8% se sentiría fuera de su zona de confort viajando solo.

¿Qué es lo que nos motiva a salir de nuestra zona de confort?

El análisis también analizó las motivaciones para realizar viajes fuera de lo que cada uno está acostumbrado. En esta faceta, los españoles sitúan los principales beneficios de realizar un viaje de este tipo en el desafío personal (28%), el autoaprendizaje (26%) y el conocimiento de otras formas de vivir (21%). Otras motivaciones son la posibilidad de que estas experiencias repercutan en un cambio posterior en su vida cotidiana o la de poder aprender otros idiomas.

Por edades, los jóvenes españoles de entre 18 y 24 años contemplan el desafío personal como la gran motivación de estos viajes (30%), frente a los mayores de 65 años, que destacan cambiar su vida cotidiana y el aprendizaje de nuevas formas de vivir (ambas con un 28%).

Por sexos, ellas valoran especialmente el desafío personal (31% vs 23%), mientras que ellos reparan en el autoaprendizaje (28 % vs 24 %) y en descubrir otras formas de vivir (23% vs 19%).

Todas estas motivaciones son válidas, por supuesto, pero pueden existir otras como, por ejemplo, el factor económico, que puede ser determinante en un viaje; la motivación creada por las redes sociales, por las que muchos buscan superar a otros o a sí mismos, respecto a las fotos y vídeos de viajes pasados; o el mero hecho de querer salir de nuestra rutina no solo diaria, sino de nuestra rutina de vacaciones, en la que estamos asentados, para hacer algo nuevo esta vez.