Tecnología híbrida, la vida simplificada

La gama híbrida de Toyota es la más extensa del mercado. Ofrece actualmente siete modelos: Yaris hybrid, Auris hybrid, Auris hybrid Touring, C-HR, Prius, Prius+ y RAV4 hybrid, que son líderes indiscutibles de tecnologías alternativas de movilidad en España.

La tecnología híbrida de Toyota se comercializa desde 1997, año del lanzamiento de la primera generación del Prius, cambiando la forma de pensar y comportarse al volante de millones de personas en todo el mundo. Así lo avalan los más de 10,5 millones de híbridos comercializados por Toyota en el mundo en estos 20 años, más de 125.000 de ellos en España. En 2016, nueve de los diez híbridos más vendidos en España fueron modelos de Toyota (cinco) y Lexus (cuatro). Además, el Prius de Toyota es el modelo híbrido más vendido del mundo. En el primer semestre de 2017, el Auris, C-HR, Yaris y RAV4 fueron los híbridos más vendidos en España.

En estos 20 años se han dejado de emitir a la atmósfera unos 77 millones de toneladas de gases contaminantes y se han ahorrado unos 29 mil millones de litros de gasolina. La mejor forma para reducir las visitas a las estaciones de servicio. Los híbridos de Toyota  tiene dos motores, uno de combustión y otro eléctrico, con un sistema de ahorro de energía automático que les convierte en los coches más eficientes del mundo. 

La marca japonesa ha sabido armonizan el uso de un motor convencional de gasolina con un motor eléctrico, obteniendo lo mejor de ambos. El motor eléctrico funciona con baterías auto-recargables, que no necesitan enchufarse durante horas a ningún conector y que se cargan con la electricidad generada durante la marcha (en descensos o al frenar) o, también, transformando en electricidad la energía contenida en el combustible a través del motor térmico.

La experiencia de conducir un Toyota híbrido se desarrolla con absoluta suavidad. No tienen “marchas”. La transmisión de los híbridos de la marca, denominada  e-CVT, es un avanzado cambio automático que permite intuitivamente seleccionar la mejor relación en cada momento para el mejor rendimiento del vehículo, combinando los motores de combustión y eléctrico o ambos a la vez. Gracias a ello, los híbridos Toyota son más eficientes en consumos que los coches convencionales.

En determinadas circunstancias, el motor eléctrico apoya al de gasolina, así el consumo y las emisiones son muy bajas, pero la potencia y las prestaciones se mantienen a un nivel elevado. Además, el poder circular durante algunos tramos sólo en modo eléctrico, brinda suavidad de marcha y mayor confort en el interior. También se contribuye a disminuir el nivel de ruido en las ciudades.

Modos de cargar la batería

Entre las ventajas de este sistema híbrido está la recarga de las baterías del motor eléctrico. En lugar de obtener la electricidad necesaria a través de un enchufe, las baterías siempre tienen energía sin que el conductor tenga que intervenir en el proceso, ya que el vehículo lo hace de forma automática.

Cuando circulamos por una carretera o autovía, si el sistema detecta que las reservas de la batería están bajas, recurre a parte de la potencia del motor de combustión para recargarla. Pero solo utiliza la potencia de éste que no se use en ese instante, para que la calidad de conducción y la seguridad se mantengan al mismo nivel que siempre.

En ciudad también se carga la batería. Cuando se desacelera, bien usando la retención del motor, bien los frenos (frecuente en la conducción urbana, por ejemplo, al parar ante semáforos y cruces), los híbridos de Toyota, en lugar de dejar que la energía resultante se disipe en forma de calor, la recircula hacia el motor eléctrico, que en esos momentos funciona como un generador.  Así la batería vuelve a cargarse de nuevo.

La frenada regenerativa hace que el motor eléctrico convertido en generador intervenga en la desaceleración. Por ejemplo, en una bajada prolongada por un puerto de montaña, si se coloca la palanca del cambio automático en la posición "B" y se mantiene la aguja de la instrumentación en la zona "Charge", justo antes de "Eco", la retención es mayor. Durante toda la pendiente la batería se está recargando. Además, cuando el coche utiliza el motor eléctrico para desacelerar, las retenciones son más eficaces.

El mejor consumo de los híbridos se obtiene en recorridos mixtos: cargando la batería en carretera para luego gastarla en ciudad. Pueden circular en modo 100% eléctrico durante 2-3 kilómetros y a velocidades (dependiendo el modelo) de hasta 100 km/h.  Pero la principal virtud es su capacidad para poder circular en ciudad hasta un 70% del tiempo sin que el motor de combustión entre en funcionamiento. 

Toyota C-HR

El nuevo Toyota C-HR, igual que la cuarta generación del Toyota Prius, pionero de la tecnología híbrida, está equipado con la nueva generación del sistema híbrido exclusivo de la marca nipona, que es aún más fácil e intuitiva de conducir. El sistema se ha configurado para ofrecer una respuesta natural e inmediata, al tiempo que suave, a cualquier movimiento del pedal del acelerador. Refinado y seguro, ofrece el nivel adecuado de rendimiento en cada momento.

El sistema híbrido del Toyota C-HR monta un motor de gasolina de ciclo Atkinson VVT-i de 1.8 litros. En comparación con la tercera generación de Prius, la unidad se ha rediseñado completamente para ofrecer un consumo de combustible sustancialmente inferior. También se ha mejorado el caudal de gas, la combustión, la refrigeración y el control de la detonación, y se aprovecha de forma mucho más eficaz la recirculación de gases de escape.

El ahorro de combustible permite un consumo en ciclo combinado del Toyota C-HR a partir de solo 3,6 l/100 km y genera unas emisiones de CO2 de solo 82 g/km. Con una potencia de 90 kw/122 CV DIN, esta nueva motorización híbrida no solo es más eficiente y ligera que el sistema anterior, sino que además ofrece un rendimiento más ágil.

La nueva batería del C-HR ofrece una mayor densidad energética. Aunque mantiene su potencia, el tamaño se ha podido reducir un 10%. Y ahora puede absorber un 28% más de energía en el mismo intervalo de tiempo, lo que significa que se carga más rápidamente que antes.

Los frenos de disco del coche van apoyados por este sistema y por tanto se accionan en menos ocasiones que en un coche normal, por eso el desgaste es menor. Los intervalos de mantenimiento, por tanto, son más largos, y eso se notará también en el capítulo de gastos. En definitiva, toda una serie de mejoras y aptitudes para hacernos la vida mucho más fácil.