El dato que el Gobierno esconde y demuestra que los niños están "secuestrados"

En España hay 7.5 millones de niños menores de 14 años que no salen a la calle desde hace 40 días. El confinamiento total de casi todo el mundo, salvo los servicios esenciales, ha afectado como a pocos a un segmento poblacional necesitado de aire libre.

Este domingo el Gobierno les liberará de su cautiverio, parcialmente y después de una agria polémica por la fórmula ideada, sometida a vaivenes en apenas unas horas: primero se anunció que podrían ir a supermercados (uno de los lugares más proclives al contagio), farmacias o estancos, tal y como explicó la ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero.

Pero a la tarde, Salvador Illa amplió a los espacios libres el permiso, convirtiendo una decisión supuestamente sanitaria en una cuestión política que el propio Pedro Sánchez recalcó: "Este Gobierno sabe escuchar". ¿Del oído del Ejecutivo depende pues una medida de esta envergadura?

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Los propios cambios del Gobierno, unida a la posición de la mayor parte de los profesionales y asociaciones pediátricas, plantean la duda. ¿Es necesario extender el confinamiento infantil? O aún más, ¿ha sido necesario imponerlo de una manera tan radical cuando casi nadie más en Europa lo lleva hasta ese extremo?

Los datos recabados por ESdiario en el propio Ministerio de Sanidad añaden unas cifras al debate que, quizá, den un vuelco. Porque con los números en la mano, es difícilmente sostenible el discurso de confinamiento total para los más pequeños.

7.5 millones de niños viven confinados pese a que solo 700 han enfermado y la mayoría de ellos con levedad

El informe de Sanidad lo refleja con pasmosa claridad: en toda España solo hay 770 niños contagiados de catorce años o menos, un ínfimo 0.3% del total de enfermos. Aunque se da por hecho que el número de contagiados es infinitamente mayor (hasta dos millones se ha llegado a decir), la proporción se mantendrá con seguridad.

Es decir, en España hay 7.5 millones de niños y niñas de entre 0 y 14 años (el 14.6% de la población) que no salen a la calle desde hace más de un mes pese a que la posibilidad de contagiarse para ellos es casi inapreciable y las consecuencias, si enferman, también son muy leves según los propios datos oficiales del Ministerio de Sanidad.

Solo se tiene constancia de un fallecimiento, de un bebé en concreto, y de los pocos que enfermaron apenas un 25% tuvieron que acudir al hospital. ¿Es lógico que, pese a esa certeza, sufran un "arresto domiciliario" tan extremo?

La posibilidad de que sean vectores de contagio puede esgrimirse, pero para eso hay solución: bastaría con definir espacios al aire libre y parques donde, con la debida distancia social entre ellos, no pudieran entrar mayores de 65 años, el segmento realmente opuesto.

Lo curioso es que el Gobierno, que juega con las estadísticas de mortandad incluso para equipararla con la media europea aunque es hasta veinte veces mayor que la media mundial, anuncia decisiones con los menores de edad sin apelar a los datos que no solo posee: los ha recopilado Sanidad.