Susanna Griso le arranca a Rajoy su confesión más humana y sincera

Con el sonado acuerdo imposible entre PSOE y Ciudadanos resonando en todos los titulares, este miércoles Mariano Rajoy se desayunó en La Moncloa con una sincera entrevista para el Espejo Público de Susanna Griso en Antena 3 en la que mostró su lado más humano y sincero al tiempo que hacía gala de su flema gallega más guasona para recalcar, por si alguien tenía alguna duda, que renunciar no se le pasa "ni por la imaginación" y que está más convencido que nunca de que repetirá como candidato del PP en caso de que haya nuevas elecciones. Una posibilidad, por cierto, por la que se decanta sin ninguna duda, puesto que, a su juicio, el pacto entre Pedro Sánchez y Albert Rivera "no sirve para nada" porque no cuenta con los apoyos suficientes ni habla de los temas que importan a la gente como el paro. "Algunos lo califican de pacto de salón o publicitario. Yo no voy a entrar en esas cosas y simplemente digo que no es de investidura ni de Gobierno", enfatizó.

Rajoy, eso sí, se mostró algo dolido y decepcionado con la formación naranja y confesó que le "sorprende" el "entusiasmo" de Ciudadanos por "apuntalar" al PSOE porque primero le dio la presidencia del Congreso y ahora quiere hacer presidente del Gobierno a Pedro Sánchez. Además, criticó que ese pacto no hable de los problemas importantes de España como el paro y la situación económica y se centre en asuntos como los aforamientos: "La gente merece un respeto. Me gustaría que se hablase de lo importante".

En cualquier caso, dejó claro de nuevo que si Sánchez fracasa en la sesión de investidura él va a "intentar" el acuerdo que planteó tras las elecciones para conseguir un Gobierno de coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos. Según agregó, si al final el PSOE no lo "acepta" tendrá que explicar por qué "por su culpa" se va a unos nuevos comicios. En cuanto a renunciar, nada de nada: "Ni se me ha pasado por la imaginación". Más aún, cuando Griso le propuso mirarse al espejo para responder a la pregunta de si es un activo o un lastre para su partido, Rajoy respondió algo ofendido: "He llegado a la conclusión de que soy un activo para mi partido, si no, no me plantearía volver a ser candidato".

No obstante, Rajoy alternó los momentos de tensión con los de socarronería durante su entrevista y hasta bromeó irónicamente en más de una ocasión, como cuando la entrevistadora le sacó a relucir los "sacrificios" de los que habló Esperanza Aguirre: "Ha dado su opinión y la respeto porque como bien saben todos nos queremos muchísimo", dijo con una sonrisa guasona a la que Griso respondió con la misma retranca: "Claro, claro, lo sabemos todos, es evidente" y el presidente todavía le espetó "me alegro porque su opinión me importa muchísimo". Entre broma y broma, Susanna aprovechó para invitarle a su nuevo programa Dos días y una noche y Rajoy no lo descartó "podríamos hablarlo".

Otro momento de tensión se produjo cuando la presentadora le espetó el incómodo asunto de Rita Barberá preguntando si no sería mejor que se la apartase. Ahí Rajoy protagonizó otro de los momentos más comentados de la entrevista cuando balanceó en el aire un fajo de folios con el listado de los 170 nombres de populares investigados (antes imputados) que fueron absueltos o cuyos casos fueron archivados. Muy indignado citó el caso del ministro de Industria, José Manuel Soria, "investigado por una jueza que ahora es diputada de Podemos" y posteriormente absuelto: "Si lo hubiera echado en su momento hubiera cometido una gran injusticia". Ante la insistencia de la entrevistadora, un enfadado presidente del Gobierno le espetó: "¿Le parecería serio que la expulsaran a usted por acusaciones que resultan ser falsas?". Por lo demás, se limitó a contestar que Barberá le ha dicho que es inocente y que "ya veremos".

Un sincero Rajoy, mostró su faceta más humana al hablar de su Pontevedra. ¿Cómo le ha sentado que le declaren persona non grata? El líder del PP no se anduvo por las ramas y se sinceró sin medias tintas: "Mire usted, ni a Hitler ni a Stalin les declararon persona non grata en Pontevedra. Sólo a mí. Realmente me ha fastidiado y ha fastidiado a mi familia. Qué quiere que le diga, yo tengo sentimientos. Me ha dolido mucho y me tengo que fastidiar". Más aún, aclaró, que le dolió mucho más que el puñetazo que recibió también en Pontevedra porque aquello era una caso aislado. "De los de Podemos estos de Marea me lo podía esperar, pero no del alcalde. No debería haberlo hecho", recalcó visiblemente dolido.