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Un jugador de la selección inglesa termina ebrio después de colarse en una boda
El diario británico "The Sun" afirma que el jugador a sido enviado a casa tras protagonizar un espectáculo en el hotel de concentración de la selección inglesa tras la victoria ante Escocia.
El capitán de la selección inglesa, Wayne Rooney, ha sido cazado borracho tras la victoria del combinado de su país ante Escocia el pasado viernes. El jugador, que milita además en las filas del Manchester United de José Mourinho se tiene que enfrentar ahora a las críticas y problemas que le esperan en ambos equipos.
Según la información recogida por el diario británico The Sun, el jugador decidió quedarse en el complejo en el que se encontraban la selección pese a tener descanso hasta el domingo y estar descartado para jugar contra España por sus problemas de rodilla. Junto a él se quedaron otros miembros de la Federación de Inglaterra con los que se reunió en el bar del hotel a beber vino y cerveza, según algunos testigos.
La historia no termina ahí, ya que al parecer, el jugador se acercó a uno de los salones en donde se celebraba una boda privada y, las mismas fuentes añaden que "al principio fue agradable y pensamos que era un doble. Parecía mayor, se trababa al hablar y tenía los ojos rojos y los labios del color del vino". Pero la noche se alargó y Rooney siguió bebiendo hasta la una de la mañana, según reconocieron los invitados.
No es la primera vez que el delantero de la selección inglesa es pillado bebiendo, anteriormente se le había visto con otras estrellas como Phil Jagielka, Raheem Sterling o John Stones. Finalmente abandonó la concentración para preparar el próximo partido de la Premier, pero si ya se encontraba en el punto de mira por su bajo rendimiento, ahora la afición no le quitará los ojos de encima.
