El presidente apela a la "responsabilidad" de las entidades para que no carguen el impuesto de actos jurídicos documentados en el precio de las hipotecas, como todos los analistas prevén.
"Nosotros lo que queremos es que pague la banca, y no los ciudadanos". Es el nuevo eslogan esgrimido por Pedro Sánchez ante la tormenta judicial, política y económica desatada por el impuesto de actos jurídicos documentados.
El presidente del Gobierno compareció este miércoles para anunciar su contraataque a la decisión del Tribunal Supremo, que se resume en una palabra: corregirlo.
En primer lugar, el Consejo de Ministros aprobará este jueves un real decreto ley por el que a partir de ahora serán los bancos los que paguen el famoso impuesto de las hipotecas, y no los hipotecados.
Al ser preguntado si no teme que los bancos acaben cargándolo sobre el precio de las hipotecas (que es, por otra parte, con lo que han estado amenazando estas dos semanas), Sánchez se limitó a decir: "Creo y espero que no (...). Apelo a la responsabilidad del sector financiero".
En paralelo, el presidente anunció la creación de una autoridad independiente que proteja a los clientes financieros. Por ejemplo, en el caso de que las entidades bancarias caigan en la tentación de cargar el impuesto en el precio de las hipotecas, lo que Sánchez insinuó que sería incurrir en "cláusulas abusivas".
Al líder del Ejecutivo le preguntaron por qué no optado directamente por suprimir el impuesto, para cortar por lo sano, como pide el PP de Pablo Casado. Y se parapetó tras los presidentes regionales, puesto que son las comunidades las que recaudan ese impuesto. "Que hablen con los presidentes autonómicos y les digan si están de acuerdo con perder capacidad recaudatoria", instó a los populares.
La aprobación del real decreto ley deberá ser después convalidado por el Pleno del Congreso, y es ahí donde el presidente quiere que se retraten el resto de partidos. Especialmente Unidos Podemos, que este sábado ha convocado una concentración a las puertas del Tribunal Supremo en protesta.
Pero tanto Pablo Iglesias como Alberto Garzón ya han anunciado que no se dan por satisfechos con el real decreto ley de Sánchez, sino que quieren que los bancos paguen de forma retroactiva. Reventando así el plan perfecto del presidente para no entrar en el espinoso asunto de la retroactividad ni tampoco suprimir el impuesto.
La propuesta del Gobierno es “a partir de mañana paga la banca”. Está bien pero no basta. Hay que legislar para hacer lo que dijo la sección II de la sala III del TS: devolver a las familias su dinero y que los bancos paguen lo que deben. Así lo propondremos en el Congreso
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) November 7, 2018
Por eso la actuación del Gobierno es insuficiente, pues los bancos tienen suficiente poder para incrementar el coste de la hipoteca en igual cantidad del impuesto. La única forma de que eso se corrija es reduciendo su poder: y esta ley no abordará nada de eso.
— Alberto Garzón (@agarzon) November 7, 2018