| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Rajoy aplaudido por los suyos el pasado fin de semana en Barcelona.
Rajoy aplaudido por los suyos el pasado fin de semana en Barcelona.

Bombazo en el PP: los sondeos les dan una carambola que no logran desde 2011

Rajoy está a las puertas de unas nuevas elecciones que está seguro de ganar para después gobernar. Ni sus más cercanos se imaginaban un escenario tan favorable después de lo llovido.

| ESdiario España

Ni siquiera el llamamiento desesperado de Pedro Sánchez a Pablo Iglesias de este martes -"No me rindo. Mi mano sigue tendida", afirmó ante los diputados y senadores del PSOE- ha aminorado la sensación de que España se encamina irremediablemente a unas nuevas elecciones el 26 de junio.

A estas alturas de abril, y tras el triunvirato imposible del PSOE, Ciudadanos y Podemos, sólo quedaba un enigma por resolver: si el Rey convocaría una tercera ronda de consultas para constatar que no hay candidato al que proponer la investidura antes de disolver las Cortes. La habrá, los días 25 y 26 de junio, aunque el comunicado que este martes emitió Zarzuela ya dejaba entrever el pesimismo imperante en la Casa Real: hasta en dos ocasiones se ponía en la hipótesis de "la ausencia de una propuesta de candidato".

Mariano Rajoy está donde quería, tras asumir el riesgo de ceder la iniciativa política a Pedro Sánchez durante dos meses y medio. Cedérsela incluso después de que fracasara en su investidura pero perdurara su matrimonio con Albert Rivera.

El líder del PP se encuentra a las puertas de unas nuevas elecciones que sabe que ganará, un segundo triunfo que está convencido de que le permitirá seguir en La Moncloa. Ni sus más cercanos se imaginaban un escenario tan favorable después de lo llovido. Sólo Rajoy mantuvo la fe, será cosa de su carácter gallego o porque tenía información privilegiada. 

Pero lo mejor para los populares es que por primera vez desde las elecciones generales de 2011 las encuestas les sitúan en condiciones de alcanzar la cifra mágica del 30% de porcentaje de voto. Y no es un asunto menor, puesto que también les es favorable una segunda variable: la distancia que auguran sobre el segundo no baja de 8 puntos, frente a los 6,71 que le sacaron de ventaja al PSOE el 20 de diciembre.

La suma de ambos factores supone un salto cualitativo. Con todas las cautelas, puesto que el nivel de abstención será clave en los resultados, el PP rondaría los 130 diputados frente a los 123 actuales.

El PP no logró el famoso 30% de porcentaje de voto ni en las europeas, ni en las municipales, ni en las últimas generales

Los últimos sondeos publicados por ABC, El Mundo y La Razón -entre otros- coinciden en situar la brecha entre el PP y el PSOE en el entorno de 8 puntos y en elevar a Rajoy ligeramente por encima de ese 30% que el PP se marcó como gran reto para el 20 de diciembre pero no logró. Entonces se quedó en el 28,72%. Y venía de cosechar un 27,5% en las elecciones municipales de mayo de 2015 y un 26,06% en las europeas de junio de 2014. Desde 2011 no rebasa esa barrera.    

Los sondeos son sondeos, pero en la pasada campaña del 20-D ninguno le dio ese porcentaje. Ni siquiera los de consumo interno que manejó el PP, que siempre rondaron el 28% de los votos. Si a ello se une que los socialistas no parecen estar rentabilizando demasiado sus intentos de formar gobierno, miel sobre hojuelas para Rajoy.