| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sánchez desplaza otra vez al Rey en la cita internacional donde más luciría

Felipe VI se queda en tierra y no acude a una cita donde sí hay otras Casas Reales. Su agenda internacional la gestiona el Gobierno, que añade así otra gota al vaso repleto de sinsabores.

| Javier Rodríguez España

En 2018, Mariano Rajoy cedió la representación de España a Felipe VI en la cumbre de Davos, un escaparate internacional donde el Rey, como en tantos otros ámbitos mundiales, luce especialmente.

No era el entonces presidente muy partidario de acudir a esas cumbres, en las que nunca se personó, pero entendió a la perfección el papel del Monarca y no limitó la representación española al delegado suyo habitual, Luis de Guindos.

Su antecesor, José Luis Rodríguez Zapatero, tampoco iba a menudo, pero se dejó ver una vez, en enero de 2010, para intentar en vamno calamar las agitadas aguas económicas de un país al que presentaba "en la Champions" y que pocos meses después se quedó al borde del rescate.

Con esos antecedentes, la exclusión de don Felipe de Davos podría parecer más o menos normal. Pero algo lo hace distinto: Pedro Sánchez utiliza la agenda internacional de la Casa Real como nadie y ha hecho coincidir su publicitada visita a la cumbre del capitalismo con la sonora inasistencia del Monarca, con una decisión que hace llover sobre mojado.

 

"No es como otras veces", explican a este periódico fuentes conocedoras de la temperatura en la Casa Real, y lo explican. "Tras el verano se ha forzado mucho al Rey obligándole a ir a Cuba e intentando que fuera a Argentina en plena tormenta electoral en España. Y ahora que sí tenía sentido que estuviera en Davos, Sánchez va él", explican.

Oficialmente ni Zarzuela ni Moncloa se pronuncian y le dan a todo una apariencia de normalidad marca de la casa. El Rey nunca protesta en público, ni siquiera se permite un gesto que pueda ser interpretado de una manera u otra. Su neutralidad es clave en una institución que ha de estar por encima de las tensiones políticas de cada momento.

Ya estuvieron "retenidos"

Pero el contexto hace muy difícil eso. El Gobierno se asienta en un partido que defiende abiertamente la República, aunque ahora Podemos haya renunciado a poner ese objetivo como una prioridad. Y depende de otro, ERC, que directamente veja al Rey y lo quiere fuera.

Con ese paisaje, su viaje a Davos entre líderes internacionales hubiera podido ser una imagen balsámica. Pero no ha sido posible, y hay varios precedentes: en la primera legislatura de Sánchez, recuerdan las mismas fuentes, los Reyes apenas salieron de España.

Sánchez, con Begoña Gómez a menudo, no se bajó del Falcon por una razón: quería estar lejos, cincelando una imagen presidencial que hiciera olvidar cómo aterrizó por primera vez en Moncloa.