| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez y Salvador Illa, en el comienzo de la Comisión de Seguimiento
Pedro Sánchez y Salvador Illa, en el comienzo de la Comisión de Seguimiento

Un Sánchez desbordado ya no descarta suspender las Fallas y la Semana Santa

Tras dos semanas desaparecido y con las cifras de contagiados creciendo cada día al 20%, el presidente ya tiene sobre la mesa medidas "de calibre". Y son las siguientes.

| Javier Rodríguez España

Las Fallas están en peligro. Y la Semana Santa también. Por las mismas razones médicas que, sin embargo, no impidieron la celebración de las manifestaciones feministas del 8M: el temor a contagios masivos del coronavirus, tras un fin de semana con cifras disparadas y una evolución casi idéntica a la de Italia hace apenas quince días.

A finales de febrero, el país transalpino tenía 20 víctimas mortales y 800 infectados: unos números proporcionalmente idénticos a los de España en estos momentos, con 17 fallecidos y 600 contagiados, pero con una población total inferior.

No está claro que se anuncie la medida este mismo lunes, con Pedro Sánchez presente en la Comisión de Seguimiento, pero sí lo está que al menos dos Ministerios ya trabajan en medidas muy tajantes a corto plazo, según ha constatado ESdiario en fuentes cercanas al Ejecutivo: el de Transportes de José Luis Ábalos y el de Sanidad de Salvador Illa.

"No es descartable"

Precisamente este último ya ha empezado a sugerir en público que, aunque no lo desean, ya no descartan para nada suspender las Fallas o, más tarde, la Semana Santa. Lo ha dicho a su manera, en una entrevista de Carlos Herrera, pero lo ha reconocido por primera vez en público:

"No es descartable que las tomemos.... pero de momento no hace falta. Son muya agresivas pero no quiero descartarlas", asume sin mojarse del todo. La otra línea, que fuentes autonómicas consultadas por este periódico ya asumen como probable, es que si todo se desborda se cargue la responsabilidad en los Gobiernos regionales, tal y como el propio Illa ha remarcado en la misma entrevista.

 

En un mensaje envenenado, pues aunque ahora se destaca la perfecta sintonía entre el Gobierno central y los regionales, parece que Moncloa ya se quiere poner un parche por si acaso, señalando a los presidentes regionales. Con una contradicción: aunque la sanidad pública está transferida, las grandes decisiones como cuarentenas masivas, aislamientos de poblaciones enteras o suspensión del tráfico aéreo son de la estricta responsabilidad del Ejecutivo.

"El Gobierno sí tiene mecanismos para medidas de calibre importante", confiesa Illa, ministro de Sanidad y "bombero" de un fuego incipiente: en Francia ya se prohíben eventos con más de mil personas; y en Italia, Alemania o Hungría se adoptan medidas muy contundentes que en España, al menos hasta el 8M, se han rechazado.

El plan era ceder a las Comunidades las medidas más llamativas. Pero el Gobierno sabe que eso ya no cuela

¿Se adoptarán ahora? El llamamiento a la calma contrasta con las imágenes de Haro, extraídas de películas clave en la narración de las epidemias víricas como "Estallido". Y también con la simple estadística: cada día crece un 20% el número de enfermos. Y con los infectados oficiales, la tasa de mortalidad no es precisamente pequeña: un 2.83%, un número muy superior a casi cualquier otra infección vírica conocida.

Fuentes médicas consultadas por este periódico matizan esa estadística, propia de China en el comienzo del brote, con una explicación verosímil: "Habrá mucha más gente infectada, asintómatica o con síntomas leves, que de tener computada y controlada reduciría mucho el índice de mortandad", explican.  

La tasa de mortalidad ahora mismo es del 2.83%, muy alta, pero es probable que sea porque muchos contagiados no están computados

En ese contexto, la "desaparición" de Sánchez ha sido casi absoluta hasta este lunes al menos. Pero ha contado con la discreción de toda la oposición, que solo ha criticado el desajuste entre los Ministerios de Sanidad y de Trabajo. Pero eso puede cambiar y muy en breve, tal y como ha comprobado ESdiario en fuentes populares. La paciencia se ha agotado y, si la epidemia sigue creciendo y el Gobierno sigue desaparecido, habrá respuesta. Y muy clara.