| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El responsable de las prisiones de la Generalitat, Amand Calderó, junto a la consejera de Justicia, Esther Capella.
El responsable de las prisiones de la Generalitat, Amand Calderó, junto a la consejera de Justicia, Esther Capella.

Pedro Sánchez deja a los presos catalanes en manos de un independentista radical

El director de Prisiones de la Generalitat, Amand Calderó, ha participado en concentraciones en favor de la excarcelación de los líderes del 1-O. Los sindicatos exigen su dimisión.

| Miguel Blasco España

En las próximas horas, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, va a dejar a seis de los líderes del procés encarcelados, con Oriol Junqueras a la cabeza, en manos de la Generalitat. En concreto en las de Amand Calderó, director general de Servicios Penitenciarios, el número tres de la consejería de Justicia que dirige la exdiputada de ERC en el Congreso Ester Capella.

Tras las intensas gestiones agilizadas por el Gobierno de Pedro Sánchez a lo largo de este fin de semana, Junqueras, Raúl Romeva,  Jordi Sànchez y Jordi Cuixart ingresarán en la cárcel de Lledoners (Barcelona), mientras Carme Forcadell y Dolors Bassa lo harán en la de Puig de les Basses (Gerona).

Cabe recordar que Cataluña es la única comunidad autónoma que tiene transferidas las competencias en materia penitenciaria. En ella hay un total de 15 prisiones, que acogen a cerca de 9.000 reclusos y que son custodiadas por cerca 5.000 funcionarios.

En las últimas horas, tras conocerse el acercamiento de los cabecillas del 1-O, los sindicatos de prisiones y algunos partidos políticos, en concreto Ciudadanos, han puesto la voz de alarma por el perfil y la trayectoria reciente de Calderó, el hombre que decidirá sobre la estancia y el futuro en prisión de Junqueras y compañía.

El responsable de prisiones de la Generalitat, vinculado a ERC, es un independentista sin complejos. De hecho, a pesar de su cargo, Calderó participó en noviembre en un acto en defensa de la puesta en libertad de los "presos políticos".

Por ello, los sindicatos exigieron su dimisión. Además, en su cuenta oficial de la Consejería de Justicia no oculta sus simpatías por los encarcelados y luce lazo amarillo. Este mismo domingo, retuiteó un tuit de Carmen Forcadell, en el que la expresidenta del Parlament aseguraba que llevaba cien días "retenida" por las autoridades españolas.

Tampoco ha tenido reparos Calderó en usar su cuenta oficial para atacar a dirigentes del PP o para apoyar mensajes en favor de la libertad de los reclusos a los que ahora va a tener que custodiar, teóricamente sin trato de favor alguno.

"Las palabras de la señora Cospedal demuestran su nula convicción democrática", llegó a escribir el responsable de las prisiones en Cataluña.

 

Oriol Junqueras, el último día que estuvo en libertad, justo antes de declarar ante la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela.

 

En manos de Calderó, que curiosamente no fue relevado por el Gobierno durante la aplicación del artículo 155, está la aplicación a Junqueras y el resto de presos de algunos privilegios. Entre ellos, podrá concederles un mejor régimen de visitas o permitirles estar juntos mientras mantengan la condición de presos preventivos. Solamente una vez condenados y tras un periodo de cumplimiento mínimo establecido por ley, podrían beneficiarse de permisos penitenciarios y del tercer grado. 

Calderó ya se vio salpicado por una polémica similar, en este caso con los exdirigentes de Convergencia y responsables del desfalco del Palau, Félix Millet y Jordi Montull.  Durante su estancia en la prisión de Brians 1 y según denunciaron los propios funcionarios, los dos reos fueron tratados con "sospechosa delicadeza".

A este posible trato de favor se ha referido este mismo lunes el portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, que ha reconocido su preocupación por la actuación de la Consejería catalana de Justicia. 

El dirigente naranja ha admitido que le gustaría pensar que este tipo de decisiones se toman de acuerdo con los criterios técnicos de Instituciones Penitenciarias, pero ha apuntado que a las "hipotecas políticas" de Pedro Sánchez se suma la sospecha de cómo actuará la Generalitat de Cataluña, encargada a partir de ahora de la supervisión de estos presos, en manos de Amand Calderó. Sus antecedentes, desde luego, invitan a desconfiar.