| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Gas renovable, la “cuadratura” de la economía circular

Obtenido por medio de residuos orgánicos, este combustible podrá contribuir a la descarbonización del sector gasista, debido a la sustitución de gas natural convencional por este combustible

| ESdiario Empresa

El gas renovable es un combustible equivalente al gas natural pero obtenido de recursos renovables como biomasa o residuos orgánicos y por lo tanto, es neutro en emisiones de CO2 Es, por tanto, una energía que contribuye a la lucha contra el cambio climático, forma parte de la llamada “economía circular” ya que supone una gestión eficiente de los residuos y además posibilita a la sociedad producir, distribuir y consumir gas autóctono, desarrollando así la economía local.

Una energía cuyo uso puede conllevar una importante reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, y su inyección en el sistema gasista posibilitará poner a disposición de cualquier consumidor esta energía verde. Nosotros lo hemos comprobado el último mes conduciendo uno de los modelos más interesantes que Audi tiene en su gama, el A3 gtron, un compacto que utiliza GNC y que muestra etiqueta ECO en su parabrisas. 

Entre los sectores que podrían beneficiarse están el de la movilidad, ya que es una fuente alternativa y complementaria perfecta a la electrificación. Un vehículo propulsado por esta energía es equivalente a un vehículo eléctrico alimentado por electricidad eólica, en cuanto a emisiones de CO2.

Según datos de la European Biogas Association, en Europa, a finales de 2017 había ya más de 540 plantas en operación convirtiendo biogás en biometano, un tipo de gas renovable equivalente al gas natural, e inyectándolo a la red de gas natural en su inmensa mayoría,

El país con mayor grado de implantación es Alemania, seguido Reino Unido, Suecia y Francia. Las plantas utilizan residuos de diferentes fuentes (agrícolas, ganaderos, vertedero, plantas de tratamiento de agua) y generan biometano. El gas renovable reduce, además, la dependencia energética del exterior y, entre sus beneficios está la creación de empleo y su contribución neta al PIB, con 16.000 empleos y una aportación al PIB estimada en 226 millones de euros al año en Europa, según la Asociación Española del Gas (Sedigas).

España cuenta actualmente con más de 300 plantas de producción de biogás, el gas que se puede transformar en biometano, más de la mitad procedente de las plantas de tratamiento de aguas residuales como vimos en nuestra última visita a las instalaciones del Canal de Isabel II en la Comunidad de Madrid. No obstante, en España solo existe una instalación que inyecta biometano: el centro de tratamiento de Valdemingómez en Madrid, que inyecta 90 GWh/año en la red de transporte de gas natural.

Nuestro país es el séptimo productor europeo de biogás según los datos del barómetro Eurobserver, y tenemos un potencial importante de producción de gas natural renovable para explotar. La patronal gasista considera que la mitad de la demanda doméstica de gas podría ser cubierta hacia 2030 con gas renovable dado el volumen de residuos existente en nuestro país, lo que sería cerca del 10% del consumo nacional.

Para avanzar hacia ese objetivo es fundamental el papel de las empresas. Naturgy, por ejemplo, lleva años trabajando en la promoción del gas renovable. Su actividad se centra en el desarrollo de proyectos pilotos para investigar este tipo de gas con el objetivo de maximizar su producción y reducir sus costes, y una de sus aplicaciones más interesantes ahora mismo será como combustible para apoyar la renovación del parque automovilístico español, uno de los más antiguos en edad media de la UE. 

En el marco del proyecto Life Methamorphosis, la compañía ha desarrollado una instalación para la producción de biometano de alta calidad a partir de biogás obtenido de residuos agroindustriales y otros residuos orgánicos. Se ha instalado una planta de upgrading de biogás en una planta de purines en Lérida, que comenzó a operar en verano de 2018. Con el biometano producido hasta ahora se alimentan dos vehículos SEAT para demostrar la ventaja de biometano como combustible.