El fracaso en su maniobra contra el Rey le estalla al edil más polémico

La comisión de Presidencia de Barcelona ha rechazado este miércoles una propuesta de la CUP para declarar a Felipe VI persona non grata, después de que la hayan apoyado los tres concejales de la CUP y los cinco de ERC; hayan votado en contra los cinco de Ciudadanos, los cuatro del PSC y los tres del PP, y se hayan abstenido los once de Barcelona en Comú y los diez de CiU.

La propuesta apostaba por declarar persona non grata tanto al Rey como a toda la Casa Real en Barcelona, y también retirarles todas las medallas, honores y reconocimientos del Ayuntamiento, que no les volvería a conceder ningún tipo de honor, algo que ha quedado rechazado.

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha defendido que el Gobierno de Ada Colau tiene una gran convicción republicana pero considera que la vía de nombrar al Rey persona non grata no es la forma adecuada, y ha defendido: "Desde la transición, ningún Gobierno municipal ha mostrado una afirmación republicana como la de este Gobierno".

Josep Garganté (CUP) ha defendido su propuesta contra una institución que ha descrito como "heredera del régimen franquista" con connotaciones de autoritarismo, en un Estado que representa una prisión de pueblos, en palabras del edil, que ha lamentado que BComú y CiU no hayan votado a favor, algo que cree que les retrata.

El portavoz de CiU, Joaquim Forn, ha expresado su abstención porque prefieren trabajar en positivo para avanzar hacia un Estado catalán y con medidas e inteligencia y no con política de gestos y declaraciones como esta, y ha dicho: "El día que tengamos un Estado, dejaremos de tener Rey, de tener Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), 'operaciones Catalunya' y otras agresiones del Estado".

La republicana Trini Capdevila ha apoyado al propuesta dado que el Rey "representa la máxima figura institucional de un Estado que impide el libre ejercicio del derecho a decidir", una falta de tradición democrática y una institución anacrónica heredera del régimen franquista, según la concejal, que ha lamentado que CiU no haya votado a favor de la propuesta.

La socialista Carmen Andrés -en el Gobierno municipal tras la entrada del PSC- ha sostenido que la propuesta está fuera de lugar y no tiene ningún fundamento, sino que "mezcla una cosa con otra" y representa una iniciativa nacida del oportunismo político y de la demagogia, según ella.