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Zapatero se corona con la salida que propone al lío que montó en Cataluña
A punto de cumplirse el décimo aniversario del Estatut catalán con el que dio alas al independentismo, la solución del expresidente del Gobierno pasa por subirse a la máquina del tiempo.
Diez años después, José Luis Rodríguez Zapatero sigue considerando que su Estatut para Cataluña ha sido y es lo mejor de lo mejor. En una entrevista a La Vanguardia, el expresidente del Gobierno niega estar arrepentido de las puertas que abrió aquel texto negociado -en ocasiones en la sombra- con quienes hoy se presentan como adalides de la independencia catalana:
"No. En absoluto. El Estatut del 2006 fue para Catalunya una gran oportunidad más que un gran problema".
Zapatero tiene que especificar que cuando aseguró estar dispuesto a apoyar el Estatut que saliera del Parlamento catalán "no me refería a un Estatut no constitucional". Para soltar balones fuera, también le carga responsabilidad a su predecesor: "Aznar y su clima político. Situación propicia para las tensiones y la alimentación de los extremos". Una sutil equiparación por parte de quien asegura que "nunca ví en Artur Mas a un independentista" y que asegura que los líderes de ERC eran "románticos del independentismo".
Zapatero sigue negando la realidad diez años después
"Yo siempre vi en Esquerra un alma sensibe al destino de colectivo de España", llega a afirmar.
Zapatero tiene que plegar velas reconociendo que la propuesta independentista es un "salto a la nada" y que "no hay política en el independentismo" porque "sólo es un manifiesto".
La propuesta del expresidente pasa por "volver al Estatut anterior a la sentencia" del Tribunal Constitucional. O, en todo caso, barrer para casa porque "el PSOE sigue siendo el único partido capaz de tener una síntesis vertebradora de España". Aunque de aquellos polvos vengan ahora estos lodos.
